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viernes, abril 19, 2024

El poder del mandil

Solo bastó un acto público para desatar los “prejuicios más imaginables” que nuestra sociedad guarda escondida en las profundidades del inconsciente colectivo, hemos visto saltar los demonios que nos atan a un pasado que aún no permite que el Perú mire más allá de los intereses de ciertos grupos que aún mantienen un status quo que hace rato deberían haberlo perdido.

No es el color del mandil, tampoco lo es quien se lo pone, es lo que representa para una sociedad con estereotipos que intentan direccionar la mente y el comportamiento según el atuendo que llevas o los signos exteriores que muestras; la fortaleza que brinda el uniforme no va con el color que llevas, la indumentaria impone respeto y nos da seguridad, dice la norma no escrita de una sociedad hipócrita, no importa si con el uniforme le rindes pleitesía a quien no debes, solo por conservar tu cuota de poder, no importa tampoco si uno de los miembros de tu institución denigra a la orden con acciones delincuenciales.

El Perú de hoy en día parece haberse acostumbrado a una vida en la que la apariencia tiene más valor que el contenido, uno es el discurso hacia afuera otra es la acción que desarrollamos mientras nadie nos escucha, en la política nuestros representantes hablan de democracia y en conversaciones privadas conspiran para destruir al adversario, como recordando aquellos tiempos nefastos de la dictadura cívico militar del cual no sacamos ninguna lección que aprender, encontramos universidades con fachadas que muestran riqueza exterior como señuelos que camuflan pobreza interior.

¿Que tuvo que pasar en nuestro país para que esta sucesión de hechos nos haya llevado a un estado de aparente descontrol y desborde en todos los aspectos de la vida en comunidad?, la sensación de parálisis hoy no es más una percepción pesimista de la situación, la economía se detiene y el aparato estatal en su conjunto con sus tres poderes completamente desarticulados, no es capaz de generar confianza en los inversionistas privados que vuelvan a mover al país en la dirección que manda el sentido común.

Estamos a escasos dos años de celebrar el bicentenario de nuestra independencia republicana y todo parece indicar que luego de transcurrido ese tiempo hoy necesitamos una nueva independencia, que nos permita recuperar nuestra capacidad de entendimiento entre peruanos, de una visión común que marque el derrotero para realmente considerarnos un país libre, de tantos prejuicios, de paradigmas que no sirven para un escenario como el que hoy tenemos enfrente, de prepararnos para enfrentar a un enemigo que a diferencia de los que enfrentaron los próceres y precursores de la primera independencia, hoy tenemos al enemigo dentro de nosotros mismos.

Hace unos días conmemorando un año más de su partida a la eternidad, leí un interesante artículo de quien fuera considerado el prócer más querido de nuestra independencia, Toribio Rodríguez de Mendoza maestro de vocación, quien dejara un hermoso legado de 35 discípulos en el primer congreso que tuvo el Perú, natural de Chachapoyas y talvez uno de los amazónicos con más influencia que estuvo en la gesta por la independencia.

Entre sus gloriosas enseñanzas, dice el artículo, siempre inculcó a sus alumnos criollos tratar a los indios como sus hermanos y que la grandeza del Perú estaba por encima de cualquier diferencia de piel. Además, sumó a sus esfuerzos por la educación en ciencias naturales y físicas la creación de una escuela absolutamente necesaria dada la diversidad de nuestro territorio: la geografía.

Definitivamente los procesos de cambios estructurales pasan por una etapa de concientización, de reconversión necesaria, no será fácil recuperar años de deterioro moral, revertir el cáncer de la corrupción que parece haber hecho metástasis en el todo el tejido social, ilustres personajes como Toribio Rodríguez de Mendoza nos inspiran a continuar su obra.

Que esta aparente anécdota del mandil sea el inicio de una nueva etapa para el Perú, y que con el tiempo vayamos viendo el efecto de su poder.

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