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jueves, marzo 28, 2024

Políticas educativas sociales por una patria libre y justa

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Veo desfilar no por las interrogantes de un juez a cientos y tal vez miles de funcionarios por el gatillo de la pena capital. Ausencia de esto las ciudades están llenas de muchos malandrines. No hay un solo día que las cámaras en las grandes y pequeñas ciudades dejen de registrarse robos, asaltos, violaciones y muertes.

Veo desfilar a los mismos jueces y fiscales por la pena capital. Una fiscal en Lima, reciente nomás, acaba de liberar a ranqueados delincuentes, confesos incluso de sus delitos. Pero la fiscal, alegre y sin ningún compromiso que dar cuenta de lo aberrante de su trabajo, los libera, y liberados estos miserables, vuelven una vez más a la carga delictiva de sus acciones.

Veo desfilar a oficiales militares y policiales por el gatillo de la sentencia capital. Hace ratos que perdimos la tranquilidad y la seguridad en nuestras ciudades. Muchos oficiales policiales cayeron en el ruin negocio delictivo, como si no tuvieron una formación estricta y como que la juramentación que hicieron a la carrera, no fuera en referencia a grandes héroes de nuestra patria que estimaron poco su propia vida por defender la vida de los demás.

De esto ya no queda nada. Hoy el saludo ya no es ni por la patria, ni por la bandera, ni por ningún héroe ejemplar. Esta bazofia de personas que están en el Congreso, siguen jurando por la plata, como el anterior Congreso. Todo está de picada en el Perú: las instituciones, las autoridades, los ciudadanos que nos encontramos y vemos desfilar por las calles. Todos nos miramos sin saber a quién miramos.

Si nuestras ciudades están llenas con nuestra propia gente, la migración de otros países, sobre todo de Venezuela por la administración idiota de un caudillo que sueña ser como Hugo Chávez, que a su vez soñó con ser un Lenin de la vieja Rusia, con ser un Carlos Marx o un Mao Tse Tung. Esa gente migrante que soñando por encontrar algún tesoro en el Perú, dejan su país tratando de librarse de la política salvaje y vil de Maduro. Nuestras calles del país están saturadas de estos migrantes. Por cierto muchos de ellos, actúan también fuera de la ley: delinquiendo y robando. La pena capital también para estos.

Que el Estado no derroche más el dinero del erario nacional regalando millones de soles a los supuestos partidos políticos para que tengan una vida “orgánica” en sus agrupaciones. Todavía dándose el lujo éstos de “formar” según ellos, cuadros diregenciales. Todos los grupos políticos existentes en el País, no dejan de ser eso: grupos. Y qué grupos. Grupos con mentalidad estrecha y personal. Cero interés por los pueblos, cero interés por los trabajadores.

Se preguntarán ¿y el Apra , dónde queda? Acción Popular. ¿Dónde queda? El primero hace años que se convirtió en cadáver político, mucho antes de convertirse en cadáver su único líder más representativo que se auto eliminó, fuera de Haya de la Torre, que si hubiera llegado al poder, de seguro no hubiera sido una administración destacada, como fue la capacidad de líder que era Haya de la Torre individualmente.

Individualmente un líder puede brillar, pero este líder individual si por casualidad llega al poder, como llegó el tristemente célebre Ollanta Humala, como llegó dos veces el suicida Alan García. Llegado al poder ya no son solos. Empiezan las presiones y condicionamientos locales, nacionales y del exterior. Terminan como la mayoría de funcionarios en proceso penal y en persecución judicial (no política), como Alejandro Toledo.

Acción Popular, tampoco tuvo una doctrina convincente, coherente y de lucha por el pueblo y para el pueblo, como era su teórico lema cuando inauguraban obras públicas: “el pueblo lo hizo”.

No hablemos de la izquierda. Barrantes fue su único representante que brilló como gobierno local en la administración limeña. Todos los que vinieron después de él, fueron la sombra de Barrantes que se ilusionaron con la doctrina teórica del socialismo, y se marearon todos sin haber sido poder. ¿Deducción? Cadáveres políticos también.

Con estos traficantes de la política, ¿qué hacer para que no haya más agrupaciones políticas de ensayo? De parte de este gobierno no hay salida. Pues está empeñado en seguir pagando a las agrupaciones políticas, cuando muy bien debería trabajar políticas de Estado(no de gobierno), desde el sector educación, valorando profesional y económicamente al docente, valorando y aplicando políticas sociales, valorando y rescatando al educando.

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