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martes, abril 16, 2024

Jardines de biocidas

Las plantas como seres vivos también tienen plagas y enfermedades. Mientras existan seres vivos, habrá otros seres vivos referidos a micro y macro organismos, que se alimentan de esos seres vivos. Éstos que se alimentan son las plagas cuando son observables con los ojos de manera directa por su magnitud y las enfermedades cuando los agentes son observables con microscopios. Cuando los agricultores tenemos la mentalidad encuadrada solo a la producción de una especie de planta y hacemos el sistema de monocultivo, como cacaotal, cafetal arrozal, entonces, estamos poniendo a disposición abierta, y en grandes cantidades, de alimento abundante de determinadas plagas como los insectos y de tales enfermedades. En términos naturales de bosque, en una hectárea existen decenas de especies de árboles diferentes, centenas de arbustos y de hierbas diferentes, además de decenas de toneladas de hojarascas y de mantillo, que son reservas de abonamientos de éste y los años siguientes. Esas cantidades son las diversas especies; además de poblaciones de cada especie. Éstas plantas son alimentos y casas de diversos animales, desde microrganismos, insectos, aves, mamíferos, arácnidos. La característica de la diversidad de especies en una superficie es que hay pocas especies plagas y pocos agentes microbianos que causan las enfermedades; de manera que no hay excesivos individuos de una o pocas especies, sino, hay pocas poblaciones de plagas y enfermedades de muchas especies arbóreas, arbustivas y herbáceas.

Cuando los seres humanos establecemos plantaciones bajo el sistema de monocultivo, es decir de una especie de planta en una hectárea, las estamos dando muchas toneladas de alimentos a pocas especies de plagas y enfermedades. Según la ley biológica, a mayor cantidad de alimento, hay estímulo conducente al aumento rápido de las poblaciones de plagas y enfermedades. Entonces, sucede la rápida solución del agricultor del monocultivo, la aplicación de insecticidas y fungicidas químicos a manos llenas, inclusive con dosificaciones que sobrepasan las indicaciones normales.
De pronto, aparece un agricultor que indica a viva voz la necesidad de emplear biocidas en el manejo y control de plagas y enfermedades. Dice también que en su casa su familia consume productos orgánicos tal como lo hacían sus padres en décadas pasadas. Utiliza para insecticidas la huamanzamana, un arbusto existente en las chacras y huertas, de crecimiento natural, que las abuelitas utilizaban las ramas colocándolas dentro los nidos de las gallinas para ahuyentar a los piojos de las aves. La huaca, arbusto que los agricultores siembras en sus platanales, cuyas hojas machacadas sirven para pescar en las pequeñas pozas de las quebradas y para uchcuchear, colocando pequeñas bolitas de masa de hoja dentro las peñas, de las piedras y de las orillas ahuecadas, se tapan con hoja fresca y luego de media hora se sacan las hojas y allí se encuentran los peces semimuertos. El barbasco, un arbusto cuya raíz machacada, colocada en canastos, se suelta en las quebradas o brazos de los ríos. Una porción de ají machacado se usa para catalizar los biocidas. Como fungicidas se usan las hojas de tabaco, dos cucharadas de pimienta, dientes de ajo y una cebolla machacada. Como adherentes el aceite agrícola o un octavo de jabón en barra. Como abonos foliares una porción de hoja de ishanga, una porción de pichanas con todas sus raíces, un machqui de plátano. También se añade hojas de kudzu, erithrina, centrosema o maní forrajero. Todos éstos productos de machacan y se disuelven con agua éstas disoluciones de mezclan. 500 a 600 mililitros de ésta mezcla se mezcla con 20 litros de agua en una mochila fumigadora. La fumigación de hace preferentemente en el envés de las hojas donde se encuentran las queresas. También en los cogollos o partes meristemáticas donde abundan los pulgones.

Las pruebas demuestran que en 20 minutos los insectos plagas ya están muertos. Ante tamaña evidencia, el agricultor recomienda producir en un jardín los biocidas que necesitarían siempre para el manejo de sus plantaciones. Un jardín donde se encontrarían todas las plantas descritas y utilizadas, aunque también se sembrarían otras especies como la catahua, el piñón, la palta, la higuerilla. Así como el agricultor debe tener el jardín de plantas medicinales, también al lado debe estar el jardín de plantas biocidas.

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