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jueves, abril 25, 2024

¡Dos al hilo!

Coquetean con descaro y siempre quieren más. No importa si es blanco, negro, gordo, flaco, simpático o desalineado. Siempre tienen ganas de experimentar algo nuevo. Con paciencia y buena dosis de excitación, aseguran hacerles ver las estrellas. Despacito y a oscuras, desde ahí sus jugadas son olímpicas.

Su propósito es el intercambio, independiente de los gustos o las destrezas, por eso en cuestión de segundos aparece el deseo de invitarlos a sumarse a la causa. Aparecen cada cuatro años o cuando esté vigente cualquier tema político que implique competencia, poder y dinero.

Durante todo este año estos personajes han estado presentes en el proceso electoral, fueron notorios en la primera vuelta y las ganas con las que defendían a su candidato político daban a entender que era amor, pero amor al dinero, aunque eso solo se resuma a 50 soles.

Se hacen llamar “Operadores Políticos”, esos que operan para ganar votos destruyendo al contrincante. Como no les basta y sobra el amor (dinero) de su candidato, optan por hacer “ojitos” al otro, al rival, y tras un par de miradas y besos volados, se entregan como si fuera la primera vez que hacen el amor. Los llevan a la cama para poder desnudarlos. Siempre tienen dos amantes, porque cualquiera de los dos puede ganar y así no pierden soga ni cabra.

Como todo estratega, estos no son la excepción, su ambición les hace topar suelo y comer tierra, volviéndose los eternos trolls, esos que aparecen a través de cuentas de facebook, con información y fotografías falsas. Sus modus operandi es el ataque, insultar y dejar en ridículo al candidato rival y en consecuencia, a todos sus seguidores o grupo de campaña.

San Martín no fue ajeno a estos sujetos coquetos, ellos no solo optaban por brindar apoyo a un candidato, sino que por debajo arreglaban con el rival, en conclusión, jugaban a doble cachete.

Gruñen como los leones, pero actúan como los gatos.

Dicen ser salvavidas en medio de la tormenta, pero por lo general son la misma tormenta, porque no construyen, solo destruyen. Ellos lo saben y por eso esperan algo a cambio. Se creen los dioses y por eso no les basta uno, ellos quieren dos al hilo, porque es más rico y porque podrán obtener algo a cambio.

En políticas y amores, tenemos mucho por aprender. Debemos dejar el engaño, dejar de apostar, de ser infiel, de jugar sin piedad y sobretodo de mentir, porque los hilos dejaron de ser invisibles y la sociedad ya no cree en cuentos. Dejemos los disfraces, la campaña política ya terminó y con ella los días de locura.

Todo se resumen al placer que nos genera lo que hacemos…por eso ¡Dos al hilo! de esos que pueden ser cinco, seis, siete… Y tú ¿Cuántas veces quieres?

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