Escuché una frase al señor Grundel el domingo por la noche que hacía referencia de que el pueblo ha votado por la mejor opción y decía que él es la mejor “opción”. Un gran líder nunca se revienta castillos asimismo; el gran líder nunca se vanagloria, aun siendo la mejor opción. Que el pueblo a través de sus votos lo diga, y el pueblo lo acaba de expresar que esa mejor opción resultó ser el doctor Pedro Bogarín Vargas. Personaje mucho más sobrio y fácilmente elocuente en sus declaraciones y en la sustentación de sus propuestas que se le escuchó durante estos últimos meses previo a la primera y segunda vuelta.
En esta gestión del doctor Víctor Noriega que está ya tristemente por fenecer, no se vio en el gobernante capacidad de gestión estricta en el entorno que le tocó gobernar, a tal punto que fueron inamovibles personajes que venían de la doble gestión de César Villanueva. Estaban ya enquistados en el poder: crearon en el gobierno regional casi como un entorno familiar y de las grandes amistades selectas.
El gobernante Noriega, casi no podía mover ninguna ficha de su entorno, a tal punto que le reclamaron puestos de gerencia el grupo de fujimoristas que le apoyaron, no podía complacerlos, porque ya todo estaba copado con la gente de la anterior gestión de Villanueva.
La pregunta es ¿Será porque el doctor Noriega fue elegido primera vez como autoridad, y de gran peso a nivel regional? Nunca tuvo otra experiencia como autoridad elegida. De tal forma que le faltó liderazgo con autoridad para desplazar del cargo a ciertos malos funcionarios y gerentes. Uno de los gerentes hasta lanzó malos adjetivos contra los maestros y dirigentes del sute regional cuando emprendieron medidas de lucha en reclamo de sus demandas por el pago de la deuda social.
Entendamos que una autoridad elegida no debe ser de la noche a la mañana. Es decir, una autoridad que responde al voto popular debe haber peregrinado ya otros cargos menores, producto del voto popular. Si alguien sale para gobernar de una manera directa desde el más alto cargo, sin previas experiencias eleccionarias, entonces corre el peligro de que esa autoridad no solo sea impotente para cambiar o desplazar funcionarios, sino también es sujeto de manipulación de los mismos.
En el caso del doctor Pedro Bogarín, que viene ya con un periodo de relativo éxito como alcalde en la ciudad de Tocache; gerente al mismo tiempo del sector salud, a parte de la carrera de médico, estudios de maestría en gestión pública; tres veces candidato al gobierno regional. Perfiles que sabrá conjugar el reciente nuevo gobernador para que la gestión que empieza en enero sea una gestión de mucho éxito para las diez provincias y sus respectivos distritos.
Tampoco debe esperarse que las 10 provincias y los 77 distritos sean atendidos al 100% y con la misma magnitud. Basta que ponga autoridad en la casa del gobierno regional, que desplace y cambie al funcionario incompetente y entornillado en la planilla de gestiones anteriores; basta que no tolere en absoluto ningún indicio de corrupción, que no se “case” con nadie; basta que ponga en marcha una real investigación de las gestiones anteriores del gobierno regional. En este tema pueden tener mucha chamba los fiscales y jueces, honrados y justos; basta que tu gestión señor Bogarín trabaje los derechos de todas las clases sociales y de una manera especial, los derechos de los que menos tienen; basta que mires en forma genérica toda la problemática de la región y vayas priorizando punto por punto la atención y solución de los sectores; basta que pongas en ejecución un plan de seguridad inteligente en toda la región en colaboración con la policía nacional contra todo tipo de delincuencia.
Sus aliados doctor Pedro Bogarín, deben ser los siguientes: el campesino y la agricultura, para que en usted encuentren el nexo a la solución de sus problemas, de los arroceros por ejemplo; el sector salud abandonado por su antecesor y que en el Minsa haya atención de calidad y no falte el medicamento básico; los maestros que de una vez se les empiece a reivindicar esa larga espera de la deuda social y que su gestión le extraiga un presupuesto gordo y justo al gobierno central, para que esta deuda de los maestros y de los demás sectores tengan un pago permanente y estable; los estudiantes de todos los niveles( primaria, secundaria y superior) deben ser también sus fieles aliados para que en ellos se vaya estructurando no solo una legítima formación de aprendizaje, sino también se vayan perfilando futuras autoridades capaces y honestas de la sociedad.