Los destapes que vamos conociendo con la difusión de los audios propalados por IDL – Reporteros, dan cuenta de cómo funcionan los arreglos bajo la mesa en el país, en todos los niveles de Estado, donde nadie se salva y en algún momento muchos han tenido que arreglar encuentros, reuniones y hasta sanciones, todo a favor personal.
Y así se arreglan las cosas en el país, ojalá que la propuesta de la reforma al sistema de justicia realmente sirva y es que ahora resulta difícil confiar en nuestro Poder Judicial, en realidad desde hace mucho tiempo la confianza se perdió. Los Vladivideos no han servido de mucho, cuando destaparon la podredumbre en nuestro país, las cosas siguieron igual y las mañas se iban perfeccionando.
Necesitamos volver a confiar en las instituciones que administran justicia, porque sin justicia no hay futuro ni esperanzas; además justicia que tarda no es justicia y ahora entendemos, por qué en algunos casos sí que tardaba.
A pocos días de celebrar o cumplir un año más de nuestra independencia, podemos ver que nuestro país no es tan libre como creíamos y no necesariamente por las políticas internacionales o internas, sino porque estamos capturados por una terrible crisis de valores en todos los sentidos, pues los ciudadanos de a pie tampoco nos desentendamos que muchas veces permitimos que la corrupción impere en los espacios donde nos encontramos.
Empecemos ya y quejémonos menos, dejemos de mirar como algo normal la impunidad y luchemos, gritemos, protestemos, pero sobre todo hagamos desde nuestro espacios una cultura de justicia, responsabilidad y honremos la palabra, que debería servir más que cualquier papel. Los peruanos podemos salir de esta situación. Vamos a hacerlo.