27.8 C
Tarapoto
miércoles, abril 24, 2024

El marido burlado, apaleado y contento (condensado) -Giovani Bocaccio

Es la figura emblemática y sobresaliente del movimiento humanístico que se centra en el Renacimiento de la Edad Media. El narrador italiano ha quedado reconocido en la historia de la literatura como el creador, el iniciador del cuento y la novela modernos: Dante es de la Divina Comedia; Bocaccio de la Comedia humana.

Fue “El Decamerón” con el que pasó a la posteridad: Deca = 10. Diez jornadas con 10 cuentos por cada una suman 100 historias. Insigne maestro de la narración corta, dentro del cuento gracioso, sensual, con temas tanto trágicos como cómicos. Allí conviven la abnegación y la lujuria, la generosidad y la infamia en una prosa elegante y fresca; argumentos alegres y burlescos con sátiras a la burguesía. Se presenta una visión cómica de la sociedad, sin dejar el estudio profundo de la sicología femenina. El cuento picante, desvergonzado a veces, en cuyo trasfondo respira una refinada lujuria como en la historia que aquí presentamos.

Sin embargo, son admirables las dotes estilísticas y literarias del maestro que también supo interpretar su época. Su influencia es ilimitada, incluso hasta en el llamado “humor negro” de la post-guerra.

El marido burlado, apaleado y contento
Anichino, llegó a Bolonia decidido a conquistar a la mujer más hermosa de las que sus amigos se habían maravillado, y que él, solo de escuchar estaba rotundamente enamorado; cuando la alcanzó a ver en una fiesta le pareció mucho más hermosa todavía. Consiguió ser admitido en su casa por Egano, el esposo, logrando en poco tiempo la confianza y el mejor aprecio de ambos. En una ocasión, en ausencia del esposo, Anichino, ya emocionado y casi con lágrimas en los ojos, le declaró a Beatriz entre suspiros, cuán enamorado estaba de ella, aun antes de conocerla, que había entrado a su servicio arrastrado por el amor y le suplicó que se apiadara de él. La gentil dama dio crédito a sus palabras y se impresionó de tal modo por sus súplicas que a su vez comenzó a suspirar profundamente.

-¡Anichino mío! En poco rato y en sencillas palabras me has hecho más tuya que mía. Has ganado dignamente mi amor. Prometo demostrártelo antes de que transcurra la noche. Ven a mi habitación después de las doce. Quiero consolar ese largo deseo.

A la hora señalada Anichino se presentó en la alcoba y asombrado vio a Beatriz despertar a su esposo y preguntarle: Dime Egano, ¿a cuál de tus servidores tienes por el mejor y más leal?

Anichino, tú sabes. ¿A qué viene esa pregunta?
Así lo suponía, pero hoy he tenido una decepción. Me abordó y no se avergonzó de pedirme que cediera a sus deseos. Yo le conteste que con gusto, para que tú mismo lo comprobaras con tus propios ojos. Hoy, después de medianoche, bajaría al jardín a esperarle al pie del pino. Si tú quieres conocer la lealtad de tu servidor, puedes hacerlo poniéndote uno de mis vestidos y un velo en la cabeza y esperarle en mi lugar porque estoy segura de que irá.

Anichino, al observar el giro que había dado el asunto, se consideró el hombre más feliz del mundo. Y cuando Beatriz volvió al lecho, le pidió que se acostara a su lado disfrutando de los dulces placeres del amor.

Cuando el amante ya se iba, le despidió diciéndole:
–Ahora debes coger un bastón y bajar al jardín. Allí, fingiendo haberme requerido de amores para probarme, insultarás a Egano como si se tratara de mí, y le apalearás de lo lindo, de lo cual sacaremos gran provecho y placer.

Así lo hizo él, armado de un nudoso garrote.
–Mujer infame, de modo que has venido aquí y has creído que yo iba a inferir esta ofensa a mi señor ¡malditas seas mil veces!

Apaleado, Egano echó a correr sin articular palabras.
–¡Maldita Mujer! Mañana se lo contaré todo a mi amo.

Ojalá no hubiera ido – dijo Egano, ya en la habitación pues creyendo que eras tú, me ha molido a palos, lo que sucede es que, como te vio tan afable y cariñosa, quiso probarte.

Pero ya que te ha demostrado tanta lealtad – respondió Beatriz—merece le concedas nuevos honores. Egano quedó convencido de tener la esposa más leal y el servidor más fiel que hubiera en todo el mundo

Artículos relacionados

Mantente Conectado

34,537FansMe gusta
267SeguidoresSeguir
1,851SeguidoresSeguir

Últimos artículos