CONTINÚAN LAS LUCHAS FRATICIDAS POR EL PODER
Si bien la Universidad Nacional de San Martín, incrementó sus facultades, con una excelente ciudad universitaria, el problema viene desde arriba; existen denuncias por irregularidades, existen sobre todo pugnas internas que hacen ingobernable una universidad que nació gracias a la lucha del pueblo sanmartinense.
Por Julio Quevedo Bardález
El 15 de febrero del año 2002, luego de la toma del local de la UNSM por parte de la mayoría del alumnado y docentes sanmartinenses, el Congreso de la República declara en Reorganización, la “primera casa superior de estudios” de la región San Martín, y como presidente de la Comisión organizadora nombraron a Arturo Ruiz Chapilliquen, la famosa “Comisión Chapilliquen”.
Se pensaba que llegaría el cambio en la Universidad Nacional de San Martín, que por fin habrá autoridades honestas, pero ello no ocurrió, se dice que la comisión era manejada a su antojo por los denominados “talibanes”, el sector de alumnos y docentes que protagonizaron la toma del local del 11 de setiembre del 2001”.
Quinteros “el talibán”
Es más en el 2003, gana la rectoría el Lic. Alfredo Quinterios García, con quien se funda la Asociación Regional de Docentes Univesitarios de San Martín, ADUNSAM, para contrarrestar a la FENTUP, Federación Nacional de Trabajadores Universitarios del Perú.
El gobierno de Quinteros, tuvo una ola de denuncias, sobre mafias que se enquistaban en las facultades, lideradas por los “talibanes”, y una serie de irregularidades, que a pesar de todo, fue reelecto en ilegal elección, ya que estaba prohibida la reelección de los rectores, pero con una “interpretación auténtica” al estilo Fujimori, se reeligió.
“Corruptos” se convierten en “moralizadores”
La lucha del año 2001, fue para enfrentarse a la gestión del entonces rector Marcos Díaz, en cuya gestión la UNSM, venía cayendo en una de sus peores crisis tanto moral como económicamente.
La gestión Diaz, tambaleaba; varias denuncias en su contra, llevaron a sacarlo de la rectoría.
A pesar de la toma de local, realizan elecciones para elegir un nuevo rector, lo que exacerbó más los ánimos de los estudiantes.
Pasaron 10 años, y los docentes que apoyaban la gestión de Marcos Diaz, ahora luchaban contra la gestión Quinteros, es decir los “corrputos” se convirtieron en “moralizadores”, lo que genera una lucha casi fraticida por el control del poder el la Universidad tarapotina.
La vergüenza
Luego se supo de licitaciones amañadas, por el control del comedor universitario, donde gennte del rector Quinteros “manejaba” la caja, para perpetuarse en el poder.
En el año 2013, sale ganador de la rectoría Julio Ríos Ramírez, avalado por los famosos “talibanes”, quienes no querían perder el poder.
Poco a poco, los universitarios iban tomando conciencia del problema existente y el 2015 se realiza otro proceso para elegir al rector, que fue avalado por la SUNEDU, siendo ganador Anibal Quinteros García.
Entra Anibal
El 30 de marzo del 2015, el grupo que apoya a Anibal Quinteros hace poseción del cargo luego de una toma del local central, que muchos creían que iba a culminar en desalojo, no fue así; la SUNEDU avala a a Anibal Quinteros (antitaliban) (hermano del exrector Alfredo Quinteros (talibán)), consumando el ingreso como funcionarios de los docentes que el 2001 fueron sacados como “corruptos”.
Fue el fin del mandato “talibán”, pero no el fin de las acusaciones de irregularidades en la gestión.
Las prueba de fuego de Anibal Quinteros fue en diciembre del año pasado; dos docentes fueron denunciados por cobrar notas, uno por favores sexuales y otro por cobrar 300 a 500 soles; al final nadie dijo nada, un silencio cómplice reinaba en esta nueva etapa.
Es decir Anibal Quinteros avala a estos malos docentes, ya que nunca hubo denuncia al Tribunal de Honor.
Que se vayan todos
Que tal deshonor para San Martín ver que grupúsculos de docentes luchen por el poder de la UNSM, se peleaban, se pelean y seguirán peleando por hacerse del control de la Universidad Nacional de San Martín, que costó al pueblo sanmartinense, sangre, sudor y lágrimas.
Es hora que la sociedad civil ponga un paralé a esta infausta lucha por el poder que se da en la UNSM que viene desde la salida del primer rector el “Brujo” Gonzales.
Se debe exigir respuestas desde adentro, y que la ciudadanía tome conciencia que la Universidad fue creada gracias a las luchas populares y que hoy lamentablemente se convirtió en un claustro cerrado de cuatro paredes, donde se juegan intereses más que todo económicos.