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jueves, marzo 28, 2024

Celosa investigación por un lado y abandono por la gran mayoría

sinutopias

Con el asesinato del Dr. Alberto Caro Rodríguez, Fiscal superior de Moyobamba (hecho denigrante que lamentamos todos), y que nos ubica como un país elitista en investigaciones sobre un crimen determinado.

¡Elitista! Término este que se pensaba correspondía solamente a las clases sociales en los ámbitos económicos, laborales y académicos; resulta que algunas muertes también tienen sus prejuicios de elitismo en desamparo y abandono de otras muertes. Es decir, el cien por ciento de interés sobre algunos casos y el total desinterés para no investigar los demás casos de muerte y asesinatos.

San Martín y gran parte del país tiene familias enteras que vienen llorando y lamentándose resignadamente la muerte y desaparición de sus familiares y seres queridos, frente a una negligente inoperancia de un poder judicial que duerme en sus laureles tantas demandas judiciales de familias que exigen que se investigue, se esclarezca y se sancione al o a los responsables del asesinato del familiar.

¿Le cuesta al Poder judicial investigar casos de muerte de personas comunes y corrientes?; ¿le cuesta al Ministerio del Interior poner todo su aparato logístico en coordinación con la fiscalía para conocer quien o quienes son los autores materiales e intelectuales sobre los demás casos de robo, desaparición, violación o muerte?; ¿le cuesta al mismo Estado tener una política de igualdad de derechos y oportunidades?

No somos el país con los mismos derechos, pero nos exigen que seamos el país con los mismos deberes. Por ello somos también un país de resentidos: cientos de personas que no creen en el poder Judicial y que no creen en la logística de la policía, pues son pocos los temas de investigación que se emprende sobre un caso hasta las últimas consecuencias.

Si con el mismo celo que ponen para esclarecer y llegar al objetivo de conocer en este caso quien mato al fiscal superior, y vaya que llegaron tan solo en una semana a responsabilizar a 08 personas, seis capturas hasta el momento y dos que están como no habidos.

Se captura a seis implicados en el asesinato, para el Ministerio del Interior, ya ni siquiera son supuestos, desde el momento que lo publican en su página w, más el organigrama respectivo, a cada uno de los seis capturados dándoles una categoría respectiva de responsabilidad, desde la calificación de instigadora, calificando a los demás como cómplices primarios, hasta la calificación de autores del hecho de sangre a los restantes, incluyendo a los no habidos, en esta categoría.

¿Todo esto es producto de un trabajo de inteligencia e investigación por parte del Ministerio del Interior? ¿Dónde queda la colaboración del primer sicario que se presentó a prestar todas las declaraciones deseoso por querer recibir los 100 mil soles de recompensa? El cantó todo, y producto de ese canto, son capturados esas seis personas, más dos que están corridos. Se le creyó todo a este sicario, sin sopesar con otros testimonios más, que debe ser producto de una investigación seria y responsable.

Entonces pura inteligencia y trabajo de investigación total no puede atribuirse de una manera petulante el Ministerio del Interior.
Pregunto, ¿qué pasaría si las seis personas capturadas, en el proceso más a fondo de las investigaciones, resultan no ser los directamente responsables, o simplemente no son los responsables? El Ministerio del Interior estaría en la capacidad de rectificarse, es más estaría en la capacidad de indemnizar a los supuestos responsables, toda vez que una persona es inocente, hasta que la justicia determine lo contrario. Aquí tenemos solamente condena por parte del Ministerio del Interior.

Ahora si las personas supuestamente implicadas en esta muerte del Fiscal Superior, es ratificado por parte del Ministerio del Interior, entonces será únicamente el trabajo correcto que vienen haciendo los señores de la policía de investigaciones; pero lo que no es correcto es turnarse día y noche, personal de la policía y fiscales para determinar y llegar hasta la última de las investigaciones y dar con los responsables del atentado criminal contra el fiscal superior.

Digo que no es correcto toda esta carga de celo minucioso para dar con los responsables, dejando en abandono negligente las muertes de otras personas, de algunos figuran hasta por meses y años, como es el caso de un dirigente del partido aprista, que por la zona de Sisa, fue muerto, hace varios años, y nunca hubo una logística de investigación por parte de la policía y la fiscalía, por más que los familiares de esta víctima y de otras víctimas más insistían en su momento, simplemente para el Ministerio del Interior y la fiscalía, era un caso aislado y no le daban la importancia debida, como se viene dando todo el peso de las investigaciones, ni siquiera solicitó de los familiares de la víctima del fiscal, sino por iniciativa propia del Ministerio del Interior y la Fiscalía, amén de haber lanzado de una manera inmediata la recompensa de los 100 mil soles.

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