Si la defensa de la continuidad de la implementación de la Nueva Ley Universitaria-NLU pasa por la defensa del actual Ministro de Educación, pues los peruanos estamos llamados a cerrar filas en esta defensa, sin que eso signifique, de ninguna manera, subirse al carro de PPK, aquí se trata de cerrarle el paso a las mafias enquistadas en muchas universidades públicas y privadas que han encontrado en la bancada fujimorista a su perfecto cartel, y a la bancada aprista en su punta de lanza.
Nadie está en desacuerdo con el ejercicio del control político que constitucionalmente le compete al Parlamento Nacional, el ministro de Educación, como cualquier otro ministro debe y tiene que ir al Parlamento a aclarar dudas, a ser interpelado sobre el presupuesto y el gasto público, en su respectiva cartera, pero de ahí a usar el Parlamento para defender intereses particulares, como en el presente merece ser desenmascarado, denunciado y derrotado.
La madre del cordero tras la interpelación lo representa poderosos intereses como los del congresista fujimorista Lucio Ávila Rojas, exrector de la Universidad Nacional del Altiplano en Puno, férreo opositor desde los inicios de la actual Ley Universitaria, opositor a la fiscalización de los recursos económicos de las universidades. Sus colegas fujimoristas lo premiaron como titular de la Comisión de Educación del Congreso.
Los mismos móviles tiene el congresista fujimorista Guillermo Bocángel Weyder que dicho sea de paso se desempeñó como rector de la Universidad Nacional Hermilio Valdizán de Huánuco y estuvo en contra de la fiscalización de los recursos.
Lo mismo podemos decir de los congresistas fujimoristas Miguel Ángel Elías Ávalos que tiene a su hermano como presidente fundador de la Universidad San Juan Bautista y de Osías Ramírez que tiene como tío al rector de la Universidad Alas Peruanas, y ni que decir de Richard Acuña, hijo del fundador de la Universidad César Vallejo que hoy ocupa plácidamente un asiento junto a la presidencia del Congreso controlado por el fujimorismo.
Más de un analista e investigador ha identificado a por lo menos 20 legisladores que se desempeñaron como docentes en distintas universidades privadas y públicas y que obviamente tienen intereses de tumbarse la Ley universitaria, y como saben que un ataque directo a la Ley generaría una reacción de la opinión pública que los pulverizaría, han buscado la coartada de atacar al ministro Saavedra para poder eliminar a uno de los máximos defensores de la Ley universitaria. Y ojo los fujis, también apuntan a controlar Concytec, ya se repartieron, la SUNAT, el BCR, Petroperú y la angurria parece imparable.
Finalmente indicar que el deliberado ataque aprofujimostesinista es una respuesta a la colisión de la Ley con sus intereses en las universidades de mala muerte que tenemos en este país. Esas máquinas de estafa masiva que trafican con la educación superior tienen que parar, es vergonzoso que nuestras universidades no estén entre las 800 universidades mejores del mundo. A los aprofujimontesinistas, sin lugar a dudas, nos les temblara la mano para usar la guillotina contra el ministro de Educación, que no es otra cosa que la antesala que busca tumbarse la Ley Universitaria, el pueblo unido no debe permitirlo