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jueves, marzo 28, 2024

Los brujos chazutinos

atravezdelcristal

Chazuta siempre ha tenido fama de ser tierra de brujos. En este pueblo se concentraban aquellos personajes que infundían temor y que con sus poderes mágicos lo podían todo. Por eso, mucha gente en décadas pasadas hacía tripas corazón cuando por fuerza mayor tenía que llegar a este pueblo pues no caerle bien a alguno equivalía a exponerse a la fuerza de los yachay de cualquiera de estos personajes. Eran también conocidos como médicos, y se cuenta que de los cuerpos enfermos sacaban cosas increíbles. Mientras unos se especializaron en hacer daño, otros se especializaron en hacerles ´la contra´.

Los brujos chazutinos rompían el esquema de los especialistas en este arte puesto que su formación para llegar a tener esos poderes seguía otra escuela y, consecuencia de ello, tenían más poder que los otros brujos amazónicos, tanto que estos quedaban como sus entenados en cuanto a capacidad, fuerza y poder. Y tanta era la fama de los brujos chazutinos que siempre los invitaban para dar clases de poder en sitios tan lejanos, como Caballo Cocha, en el Bajo Amazonas. Decían que viajaban a esos lugares por el río y lo hacían por dentro del agua y solo salían a la superficie cuando llegaban a su destino.

Una forma de potenciar sus poderes era sumergirse en el río Huallaga, realizar sus prácticas y salir después de cierto tiempo para hacer sus tareas normales. Cuando estaba aún en la primaria vi a un personaje quien, creyendo que nadie le veía, entró al río y se sumergió en sus profundidades. Lo sorprendente fue que después de esperar casi media hora para verle salir del agua el bendito nunca reapareció. Cuando corrí a su casa para dar la noticia que se había ahogado me explicaron que él había viajado a hacer sus capacitaciones.
Había brujos maleros y de los buenos. Pero a pesar del temor que la gente tenía de ellos, se les respetaba. Eran personajes a los que casi nunca se les veía en las calles pues su forma de vivir era “dietando” para que no pierdan fuerzas pues los rivales abundaban en el pueblo y tenían que ir perfeccionando sus virotes, el elemento que introducían por arte de magia en el cuerpo de sus víctimas.

Gracias a don Alcides Cenepo Tananta, de quien escribí una semblanza en este medio, pude hacer una recopilación de esos “hombres de ciencia” como ellos se calificaban: Fausto Chashnamote, Ignacio Chisquipama, Ladislao Ojanama, Alejandro Piña, Adolfo Ojanama (un gran vegetalista, que hacía de todo), Escolástico Panaijo (gran perfumero). El brujo Fermín Shuña, a quien conocían como ´Banco´, asistía a las concentraciones de estos ´hombres de ciencia´ que se realizaba en el Brasil y retornaba al mes. Pero la fama de los chazutinos como brujos, viene desde el siglo XIX, como lo relatan algunas crónicas, que recuerde. Y tanto, que hasta hace poco todo chazutino era considerado brujo, y se les temía.

Los lectores no deben confundir a los brujos con los pusangueros. Estos pertenecían al grupo menor de estos profesionales, pues su ciencia se limitaba a preparar la pusanga que, cuando disimuladamente le impregnaban la pócima en cualquiera de sus partes visibles y permitidas a la mujer de sus sufrimientos, la dama terminaba perdidamente enamorada del bandido. Dicen que un destacado periodista y tres conocidos ingenieros chazutinos recurrieron a estas artes para tener sus mujercitas y todo parece indicar que así ha sido en efecto, que no es una calumnia, obviamente. Pero, ¿son poderosos y efectivos los brujos chazutinos? Los hechos demostrarían que sí, pues hemos visto casos.

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