Gregorio Santos sale de la cárcel pero le aplican mil impedimentos y además requerimientos punitivos que son difíciles de cumplir.
Se encuentra en cárcel desde el 2014, a pesar de ello fue reelegido como presidente regional en Cajamarca, un espacio geográfico explotado hasta la saciedad (o nunca llegan a la saciedad estas empresas para ser sincero), llegándola a convertir en uno de los lugares más ricos del mundo, por la cantidad de oro que se extrae, pero más pobres al mismo tiempo.
El mismo día, el presidente electo PPK, habla de la posibilidad de reavivar Tía María, un espacio en el que Ollanta Humala violó sin vergüenza, mandando a las fuerzas policiales a sembrar armas a los campesinos que luchaban frente al riesgo de verse arrasados por la destrucción ocasionada por las mineras en otros lugares.
Y así, en la región San Martín tenemos un conficto, una herida abierta en la Cordillera Escalera. No nos aprueban el plan de manejo, si es que una petrolera no da su visto bueno. Y en ese problema estamos durante años, intentando salvar el área por un lado y por el otro sufriendo las presiones alevosas de una empresa que no siente el miedo de todos. ¿Qué decidirá nuestro nuevo presidente?