Una de las mayores preocupaciones de los políticos peruanos en estos días, en especial de aquellos que perdieron el control del Poder Ejecutivo para el período 2016 – 2021, es decir los fujimoristas y sus aliados en la ultraderecha política y financiera, es saber quién es la persona que será nominada por el Presidente Electo Pedro Pablo Kuczynski para la Presidencia del Consejo de Ministros. Esto es algo evidente que se ve en los medios de prensa afines al fujimorismo y en programas como “Redes y Poder” de Alfonso Baella Jr. que no puede disimular su desesperación porque el “elegido” sea el eficiente técnico economista Carlos Zavala, quien ya ha trabajado antes con Kuczynski en el MEF.
Pero una cosa es ser un buen economista y otra es reunir las condiciones para ser Presidente del Consejo de Ministros en un país tan complejo como el Perú y tan cargado de conflictividad social. En este caso, quien debe asumir esa cartera no debe ser un técnico, por más experiencia que tenga en el MEF, sino una persona que haya demostrado capacidad de negociación y concertación , que sepa interpretar los anhelos de la población del Perú profundo y que se pueda ensuciar los zapatos y salir a las regiones a dialogar con la población.
Esto, claro, no le interesa al fujimorismo, que está acostumbrado a manipular centralistamente el poder, como lo hizo durante 10 años y que quisiera que PPK y sus ministros fueran simples instrumentos de los grupos de poder que ellos representan. Un proyecto de Estado como el que ha expresado en reiteradas veces el presidente electo, de “revolución social en democracia” es algo que no pueden concebir en sus mentes parametradas por la mentalidad ultra conservadora y fascistoide que los caracteriza.
Como dice el brillante analista radicado en EEUU, Ricardo Faverón, en un artículo publicado en La República el 21 de junio: “La actitud de la cúpula fujimorista indica que le interesa utilizar al máximo el poder conseguido, incluso si eso la lleva a sacarle la vuelta a la democracia. Un Congreso que se dedique a rechazar leyes, censurar ministros, perseguir rivales políticos, chantajear al gobierno, desestabilizarlo y colocarlo al borde del abismo. El objetivo imaginable es utilizar la amenaza de una vacancia presidencial para convertir a Kuczynski en una marioneta: o gobiernas como queremos o no gobiernas. Kuczynski puede entregarse o puede hacer algo más difícil pero más honrado: gobernar hasta el límite de su poder y resistir la amenaza en alianza con la sociedad civil, que de seguro estará de su lado”.
El lúcido y esclarecedor discurso de PPK en la reunión de la Alianza del Pacífico en Chile ante más de 400 empresarios de América del Sur, no sólo fue muy aplaudido sino que reafirmó la decisión del presidente electo de llevar a cabo un programa que, sin salirse del sistema globalizado capitalista, realice una auténtica revolución social en el Perú, reduciendo la pobreza a menos del 10%, y poniendo las bases de la infraestructura del desarrollo que nos ubique en el siglo XXI. Esto es algo que horroriza al fujimorismo pues se quedaría sin las ingentes masas humanas pobres e ignorantes acostumbradas al asistencialismo que no sólo ejecutó su padre sino la misma Keiko durante diez años de campaña sostenida.
Es por eso que la persona que ocupe el cargo de Primer Ministro debe ser dialogante y con experiencia de gobierno. En las actuales circunstancias los dos hombres que ya han demostrado su capacidad de interpretar las necesidades y anhelos del Perú profundo son el dos veces Presidente Regional de San Martín y 4 meses Premier del actual gobierno, César Villanueva Arévalo y el reelecto congresista independiente Carlos Bruce Montes De Oca. Ambos tienen amplia experiencia en estos avatares y podrían conducir con mano firme y negociadora el timón de la PCM en este primer y crucial año de gobierno de Peruanos por el Kambio.
Sin embargo, como ha declarado hoy Carlos Bruce, en su calidad de Portavoz del grupo parlamentario Peruanos por el Kambio, ninguno de los electos congresistas por PPK será ministro este primer año, con lo cual su nominación está en suspenso. Queda César Villanueva, que tiene en sus activos no solamente ser el único Presidente Regional que jamás ha tenido un juicio en una gestión caracterizada por la transparencia, sino que en menos de dos períodos transformó a la región San Martín haciendo gala de una muñeca política y una capacidad ejecutiva pocas veces vista. Además, el hecho de haberse mantenido incólume ante las presiones de la argolla de Nadine Heredia cuando fue Premier y haber renunciado con dignidad y valentía lo califican ante el pueblo peruano para ser el mejor interlocutor del gobierno en los meses difíciles que se avecinan. Villanueva podría ser el Primer Ministro que busca el Perú.