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miércoles, abril 24, 2024

El valor terapéutico y formativo del cuento II

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En contextos terapéuticos la ventaja de contar cuentos es que las personas reciben mensajes transformadores muy potentes sin sentirse intimidadas.

Como señala Alejandro Jodorowsky, al escuchar un cuento, las personas se sienten identificadas con el protagonista, incluso establecen una suerte de vinculación entre la historia narrada y su propia vida (aunque pueda parecer mucha la lejanía entre ambas), esto hace que mientras se desarrolla la trama la persona vaya pensando en alternativas de solución frente a los problemas que se presentan en la historia, lo cual lógicamente también le dará luces para resolver sus propios problemas.

Uno de los pioneros en utilizar los cuentos con fines terapéuticos fue Milton Erickson, él procuraba modificar pensamientos, emociones y acciones de las personas que atendía, a través de cuentos breves. Se basaba en la premisa de que todas las personas tienen en sí mismas los recursos necesarios para resolver las situaciones y sentimientos que los aquejan y que la tarea del terapeuta consiste en poner en marcha dichos recursos.

Para Erickson la ventaja de trabajar con cuentos en la terapia estaría básicamente en que los consultantes no los toman como una amenaza, calan hasta el inconsciente a través de mensajes ocultos detrás de contenidos simbólicos muy profundos e imprimen su huella en la memoria, además favorecen la independencia del individuo, ya que es él mismo quien selecciona y extrae sus propias conclusiones.

Los cuentos pueden simplificar cualquier situación, dada su naturaleza festiva hace que los propios problemas reflejados en la trama del cuento, pierdan fuerza, o se aligeren en nuestra mente.
El Cuento Terapéutico
Boris Cyrulnik, uno de los pioneros en emplear el término resiliencia en el campo de la psicología, considera que cualquier sufrimiento puede ser tolerado si es convertido en relato.

El cuento terapéutico puede ser considerado como una creación del sujeto doliente, promueve la expresión y liberación de un afecto y la búsqueda de soluciones. Este tipo de historias, siempre con un final feliz, también pueden ser creados para otras personas que atraviesan situaciones difíciles.

Según Bruder (2000), los personajes del cuento representan a la persona que escribe, pero en un lugar desplazado (como en los sueños), representando una oportunidad de recuperarse a través de un proyecto. Al tener un final feliz, deja abierta la puerta a la esperanza.

Traversa (2008) plantea que a nivel inconsciente cuando una persona escribe un cuento comprende que es él mismo el dueño de su propio destino, además el cuento permite dar a las situaciones adversas un sentido o enfocarlas desde otro punto de vista y hallar diversas soluciones.

De salvo (1999) señala que cuando uno se compromete con la escritura y el trabajo creativo, pasa de la insensibilidad al sentimiento, de la de la negación a la aceptación, del conflicto y caos al orden y resolución, de la ira y pérdida a un crecimiento profundo, del dolor a la alegría.

Como vemos, el cuento es una excelente herramienta, tiene múltiples beneficios que van más allá del entretenimiento. A través de ellos podemos llegar a conectar con emociones, necesidades o deseos paralizados en un momento de nuestra vida. Conectar con ellos es restaurarnos internamente, recuperar nuestra fortaleza y nuestra energía detenida para poder destinarla a nuestro bienestar.

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