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viernes, marzo 29, 2024

A equivocarse con PPK que seguir equivocándose con Keiko

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El gobierno entrante a partir de este 28 de julio tiene ya el panorama bastante dibujado: si Keiko Fujimori llega triunfante a palacio de gobierno, en vez de sentirse satisfechos deberían vivir en tenciones preocupantes, porque van a tener todo el control del poder, tanto a nivel de ejecutivo como a nivel de Congreso. Ya sabemos cómo funcionan los aparatos logísticos de un partido o movimiento político que tiene todo el dominio a su favor.

Se desesperan por querer controlar todo y parecer como referente de influencias en todos los campos, en lo militar, en lo educativo, en lo social, en lo económico, en lo judicial, para que los jueces que olvidándose de la equidad justa de administrar justicia, se dejan vender y se dejan someter a cambio de muchas dádivas para que la justicia que administran no les toque en lo mínimo a la gente con quienes gobiernan, es decir, empieza el reinado de la impunidad, y esto para el fujimorismo les cae en su propia medida porque son tan expertos para cauterizar y someter a la gente a sus propios deseos y ambiciones.

Como todo estará a la medida de sus deseos y ambiciones, el patriarca y reo de la familia, volverá a sus andadas en todo el país, y como los peruanos rinden pleitesía a lo más ínfimo, le considerarán entonces como un rey, sembrando con ello las posibilidades de una dinastía.

Por su parte de llegar PPK al Palacio de Pizarro, estará atado de manos por la imposibilidad de no poder gobernar a través del ejecutivo pues el Congreso que serán la mayoría, le pondrán mil trabas para no ser aprobado acuerdo o leyes venidas del Ejecutivo.

Frente a este panorama sombrío, no le quedará a PPK imitarle a Fujimori con un nuevo autogolpe de Estado. Pero para que esto se dé se necesita que ese gobernante tenga un carácter fuerte e indomable, aguerrido y aventurero, lo que PPK, lamentablemente no tiene, no solo por lo avanzado de su edad, sino por el mismo carácter que no es apto para ello. Se resignaría entonces hacer un gobierno dentro de otro gobierno del Congreso, y los grandes perdedores, no será PPK, ni su gente de confianza, sino todo el pueblo peruano.

Si en estos momentos coyunturales de la política, la delincuencia está que acecha permanentemente los estratos sociales de muchas comunidades, la tranquilidad de muchas personas se va extinguiendo poco a poco, porque nadie sabe en qué momento su propia seguridad está en peligro y acechado por la delincuencia.

Hay momentos en que la misma policía se ve desalentada, no solo porque su propio reducto institucional interno, se ve muchas veces amenazada por la misma gente uniformada, que equivocándose con la carrera se confunden secretamente con la delincuencia; pero también, los buenos policías que no deja de haber, a veces quieren tirar la toalla, cuando después de mucho esfuerzo de seguimiento e inteligencia, atrapan a un peligroso delincuente, no lo tienen más que un par de horas en la policía, luego el Ministerio Público ordena su detención preliminar de un par de días, semanas o meses, en este lapso ese delincuente atrapado por la policía, hace ratos entró en contubernio con algún juez que también equivocó de carrera, pensando que administrando ilegalmente la justicia encontrará el botín de los millones.

Esta radiografía psicosocial de los policías, de los jueces, del Ministerio Público, todo gobierno que entra a administrar el país a través del Estado, lo primero que hacen es entrar en confabulación con todos los poderes habidos y por haber a nivel institucional y de país, entonces frente a esto los sectores institucionales no hacen otra cosa más que rendirse ante el poder de gobierno que ganó las elecciones.

Situación esta que no hacen otra cosa más que ponerlo en zozobra a la misma sociedad, producto de esto, la delincuencia campea a su libre disposición confabulándose con la policía y con la justicia, y nos convertimos en una sociedad donde campea y donde siempre salen ganando los más fuertes que son los que siempre actúan al margen de la ley, y los que le ponen la agenda a los gobiernos para que se vayan a su propia búsqueda, cuando ese delincuente sabe que nunca caerá, porque ya hizo los contactos con algunos malos policías y malos jueces.

¿Keiko, hiciera algo para que esto se termine, aun cuando lo diga en sus peroratas vía la prensa y los debates? No lo creo, porque no tiene la capacidad moral para hacerlo. ¿PPK lo hará? Aún también lo dudo; pero mil veces vale equivocarse por única vez con PPK, que seguir equivocándose con Keiko, es decir, esta mujer es el pasivo de un gobierno que fue cómplice de la inseguridad, la violencia y la corrupción.

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