RIDÍCULAS DEFENSAS. No hay peor ciego, dicen, que aquel que no quiere ver. Los escuderos del candidato presidencial César Acuña (APP) –léase Anel Townsend, Luis Iberico, Humberto Lay, entre otros– no han querido ver, ni por asomo, los evidentes plagios perpetrados por el dueño de la Universidad César Vallejo, y dueño, al parecer, de sus destinos políticos.
No todo quedó allí. Cuando pensé que nada podía sorprenderme más, aparece un spot, ideado por el asesor Luis Favre, en el que se busca comparar y homologar al inefable César Acuña con el admirado y mártir por los derechos civiles de la comunicad afroamericana, Martin Luther King. La lógica es: Acuña plagió (lo reconocen, al fin), pero también lo hizo un hombre como Luther King. Infeliz comparación, sin duda; la diferencia moral entre ambos es abismal.
Lo más grave, pienso en voz alta, es que se siga cimentando la máxima falaz del “roba pero hace obra”, se siga avalando la mal llamada “criollada”. No importa si se roba o plagia (todos lo hacen, aducen), si se consigue el fin perseguido. Algo similar al inaudito “nosotros matamos menos”. La confirmación, y resignación, de que estamos en una sociedad podrida y que debemos acostumbrarnos a la fetidez. No, señores, no nos resignemos a ese panorama desolador. Aunque Acuña nos siga desconcertando con su hiperbólico cinismo al decir ahora que no sabía nada del referido spot.
HUMOR INVOLUNTARIO. El humor irreverente requiere de un talento y una inteligencia especial. Jaime Bayly, en su mejor momento, lo lograba con cierta facilidad. El ingenio alturado para desarmar y dejar mal parado a cualquiera. Aldo Mariátegui quiso emular a Bayly burlandose del pasaporte francés de Verónika Mendoza saludándola en aquella lengua (con paupérrima pronunciación, además), gracias a una “chancada de último minuto”, como él mismo confesó. Pues bien, a la candidata del Frente Amplio le bastó apenas un minuto para dejarlo “chancado”, al responderle el saludo en quechua. Intentó mofarse de Mendoza y terminó siendo el blanco de todas las burlas en las redes sociales.
Al margen de mis diferencias con Verónika Mendoza –con un sector del Frente Amplio que con ella misma en realidad– resultó vergonzosa la actuación del panel de inquisidores del programa Sin Medias Tintas (Latina TV). Aunque hay que reconocer el especial brillo de Mijael Garrido Lecca, quien en su afán de quedar como un entrevistador agudo ha terminado siendo la comidilla de la semana por sus incongruencias. Esperemos que ese mismo ímpetu lo tengan para todos los candidatos. Aunque, claro, habría que renovar un poco el panel.