En un país con dignidad, autoestima y memoria histórica, no estarían encabezando las encuestas, ni el capo liberador de narcos, menos la usurpadora del cargo de primera dama a su propia madre, y que incluso ni se inmuto por las torturas que ha esta le infringió el dictador; y por supuesto, tampoco alguien que tiene una carrera académica, por decirlo menos, ensombrecida.
Sin embargo, estamos en el Perú, laboratorio donde todo es posible, donde la ética parece no importar, como dice el analista Sinecio López, nos estamos moviendo en el campo del deber ser, no en el de la realidad. Y como de realidad y pragmatismo se trata, entonces tenemos a una Keiko encabezando las encuestas, a un Acuña disputando el segundo lugar y a un Alan que pese a todo insiste; incluso a un pro EE.UU. como PPK, que cada vez que hay elecciones hace la finta que ya renunció a su nacionalidad y lealtad al imperio.
En un país de contrastes las denuncias terminan favoreciendo al denunciado, por ejemplo, en el tema del plagio, si bien es cierto escandaliza a la comunidad científica y académica, pero no en la misma medida al pueblo, este incluso puede hasta terminar solidarizándose. Este caso, en otro país, implicaba la inmediata dimisión.
Acuña es visto como uno más del sufrido pueblo, el paisano que sale de su tierra y que hace patria, ¿cómo lo hizo?, no importa, lo que importa es que lo consiguió, esa lógica incluso lo puede llevar a palacio; además muchos de los que votan por él lo hacen en la creencia que están cacheteando a la derecha bruta y achorada.
Si Acuña gana las elecciones, la élite que hoy no lo quiere en su mesa, como apunta Hildebranth, se acercará, lo copará y luego hará lo que han hecho con Ollanta, secuestrarlo, la tarea no sería difícil, APP no es un partido programático, es una empresa con objetivos políticos, sus ocasionales aliados no tendrán autoridad para enfurecerse, al fin y al cabo saben que se han acercado, tentados por que hay plata como cancha, su oportunismo de hoy, castra cualquier posibilidad de indignación mañana.
Mientras escribo este artículo recibo la noticia, -ni oficial, ni confirmada- que Alan fue desplazado por un tsunami morado que lleva a la cabeza a un engreído de la CONFIEP y admirador de Israel; la confirmación o desmentido se sabrá a la 10 y 30 de la noche en frecuencia latina (domingo), de ser así es probable que un amplio sector de la población que no se encuentra representado por ninguno de los que encabezan las encuestas estén definiéndose por uno que lo consideran nuevo.
Finalmente considero que hay un candidato que está despertando entusiasmos con inteligencia, solvencia moral y profesional, me refiero al candidato de Acción Popular, Alfredo Barnechea. En lo personal considero que sería ideal que dispute la segunda vuelta con la cusqueña Verónica Mendoza del Frente Amplio, que hace gala de firmeza y conocimiento. La realidad peruana me dice que no debo entusiasmarme mucho, aunque todo puede pasar.