Tarapoto. Como todo los días y muy temprano, un grupo de mujeres solidarias recorren los centros de abasto y la plaza de Tarapoto buscando recolectar fondos en favor de los más necesitados. Su labor muchas veces es criticada pero ellas no se amilanan para cumplir su propósito filantrópico, sin embargo hasta el momento nadie sabe cómo se formó Manos Unidas, cuya presidencia recae en Mirian Pinchi Daza, quien manifestó que se iniciaron como comité de damas de apoyo del Colegio de Ingenieros de San Martín.
“A inicios del año 2000 mi esposo es elegido decano del Colegio de Ingenieros de San Martín, fue ahí que asumí la presidencia de su comité de damas y al finalizar su periodo junto a las demás integrantes decidimos continuar nuestra labor como Manos Unidas y hoy tenemos cerca de dos mil casos atendidos durante doce años” manifestó Pinchi Daza.
A lo largo de más de una década, las integrantes de este colectivo de damas vienen atendiendo 1440 personas con leucemia, 20 cáncer al pene, 200 casos de cáncer de mama, 20 enfermedades a la piel, 15, más de 200 personas VIH, 333 violaciones de niñas, quienes se convirtieron en madres adolescentes, 405 niños con desnutrición infantil, 128 indigentes, 32 jóvenes con esquizofrenia, cuatro pacientes con Steven Johnson y 22 víctimas de feminicidios entre otros apoyo que sobre pasan los dos casos.
Para Mirian Pinchi Daza, la lata de colecta tiene mucho poder para quien lo acepta con mucho amor para atender a diferentes casos, tal como señaló lo que sucedió con un comerciante que gracias a ese tarro salvó su vida durante un asalto ocurrido hace años en el barrio Comercio de Tarapoto, luego que los delincuentes dispararon contra él y de manera inexplicable la bala fue a parar en la alcancía.
Durante los doce años de Manos Unidas, sus integrantes aprendieron que las personas que menos tienen son las que más colaboran y los que están en una buena posición económica no les interesa la labor filantrópica, a pesar de ello sus integrantes continúan recorriendo las calles en busca de apoyo solidario. (Hugo Anteparra)