Hola mis amigos lectores y amigos de miércoles, nuevamente como cada semana listos para pensar y escribir y algo más. Cumplimos un año de estar con ustedes y muchas gracias al diario “Voces” y nuestra misión es ser parte de ella con mucha precisión y gracias de verdad.
Estamos a pocos meses de asistir a un año de gobierno de las elecciones, sin embargo algunos alcaldes piensan que hemos olvidado sus grandes beneficios electorales que prometieron y hasta el momento algunos vivos y “pendejos de la política” creen que con hablar y estar en silencio es su mejor mensaje de gobernar.
Le hacemos recordar a nuestro alcalde provincial y con mucho respeto Walter Grundel que gracias a una palabra que evoca a la antimoral “conmigo no hay vainas” pero le hacemos recodar que su palabra se hecho a caer. Hay un momento que usted como alcalde no proclamó y exigió su palabra de campaña “conmigo no hay vainas” recuerda usted el pequeño escándalo de su regidor de comuna Willian Pezo Gonzales, nadie dijo nada ni los regidores ni usted habló. Se escondió dentro de su amuleto de palabra “conmigo no hay vainas”
Entonces podemos decir que cuando se repite el plato en una elección se pierde la brújula, eso está ocasionando en casi todas las municipalidades que fueron reelectas sólo asumen proyectos pasivos y algunos “ordinarios” de alcaldes creen que porque ganó su agrupación como de Fuerza Popular, suele ponerse de actores y dueños de las instituciones tales que hacen ingresar a su familia y a sus amantes en aquellas instituciones que como algunos gerentes “títeres” agachan la cabeza sin tener perfil aceptan tal petición de esos acomodados alcaldes.
Nuestros alcaldes están hechos por postores de corrupción queremos saber ¿cuánto será su inaceptable gestión el 2018? Sin embargo nuestro alcalde Walter Grundel, debe entender que es su oportunidad de salir con proyectos que a su pueblo en mentalidad debe cambiar, no solo pensar en sembrar cemento tiene que avanzar en programas sociales, culturales y educativos. En fin no somos los expertos en una gestión municipal, pero conocemos como debe ser un buen alcalde: estar comprometido con su provincia o distrito en mejorar la seguridad ciudadana, la salud y la educación que es lo prioritario, así como combatir la pobreza, y la corrupción, mejorando los servicios públicos, el desempleo, el medio ambiente y la participación ciudadana y los más importante no tener procesos judiciales de delitos contra la administración pública y corresponder de acuerdo a su slogan de campaña electoral como por ejemplo “conmigo no hay vainas” .
Es por eso proponemos un voto de conciencia, fundamental para otras elecciones si no estamos de acuerdo, esperando así que nuestra comunidad este confiado en nuestra autoridad simplemente me pongo rebelde en mi voto y no votamos por nadie. Para ello debemos tener en cuenta una serie de criterios morales, éticos, profesionales y políticos, que deberá poseer el próximo alcalde y así elegir entre los múltiples aspirantes aquellos que más se aproxime al perfil de un buen vecino. No elijamos a pillos y sinvergüenzas, están advertidos.
La autoridad municipal debe ser honesta, debe poseer altos niveles de integridad y honestidad, tolerante, formal, cuidadoso abierto, leal y comprometido con las mejores tradiciones y buenas prácticas del municipio. Promueve trabajo en equipo: Inspira a otros a tener ideas, confiar entre ellos, y no propiciar ambientes y actitudes qaue permitan actos de corrupción. Sin embargo si no es así aquellos alcaldes que no promueven realidades o solo ilusiones ahí nos preocupamos podemos decir que en los alcaldes “si hay vainas”. Hasta la próxima si Dios quiere…