¿Alguna vez amigo lector le ha pasado que cuando uno va a saludar por primera vez a una dama, se toma el atrevimiento de intentar presentarse con beso en la mejilla y ve que no es correspondido de esa forma pero si extendido la mano?, seguro que, tanto a usted como a mí nos ha pasado, muchas veces nos hemos preguntado ¿por qué actúo ella así?, quizás al instante de esa “choteada” lo único que viene a tu mente es “trágame tierra”, hasta luego de lo ocurrido pensándolo un poco más, nos parece de mala educación que nos hayan correspondido de manera diferente al saludo ofrecido, pero pocas veces nos hacemos una mea culpa y caemos en cuenta de que los únicos que estuvimos fuera de lugar, fuimos nosotros al intentar saludar como si ya habría una amistad con la otra persona, quizás usando otra estrategia hubiésemos tenido mejor respuesta.
Las personas para comenzar a relacionarnos usamos diferentes fórmulas, sean verbales o físicas, para expresar nuestras intenciones. El saludo es una forma de iniciar este acercamiento y mostrar al interlocutor nuestra forma de ser. Poniéndonos a analizar el qué hacer y cómo, ayudará a mejorar nuestra empatía con los que nos rodean. El saludo nos sirve como introducción a aspectos relacionados con la comunicación no verbal, que veremos más adelante.
El saludo tiene un gran valor simbólico porque dependiendo de cómo lo expresemos, será entendido como un gesto de cercanía, de proximidad, de relaciones profesionales o afectivas o un simple gesto de cortesía y de buenas costumbres. El no saludar podría generar una mala percepción, una actitud hostil o poco amigable hacia la otra persona, hasta un enfado o irritación. De aquí surge la frase de “retirar el saludo”.
Antes de un saludo, es bueno realizar un rápido “escaneo” de la otra persona, esto ayudara a elegir la forma en las que se puede realizar el saludo, que por cierto son múltiples: una mirada, una leve inclinación de la cabeza, unas palabras, estrechar las manos, y si ya existe algo de confianza se llegaría al beso de mejilla, pero nunca esto último en una primera vez.
Es importante saber también que aunque a veces pasa esos rechazos de saludo ya sea entre varones, mujeres o entre varón y mujer, siempre que nos saludan se debe corresponder a éste, como señal de cortesía. Rechazar el saludo es considerado como falta de educación o síntoma de un gran enfado como decía líneas arriba.
Existen muchas más formas de saludar, esto depende mucho de la cultura con la que convivimos. En nuestra región (Sudamérica) el gesto más utilizado es el apretón de manos. Se dice que esta forma de saludo desde sus inicios es una manifestación de paz, ya que al extender la mano se demuestra que tenemos las manos libres y confiables.
Cuando saludamos transmitimos mucha información, por eso debemos observar con atención la forma en la que lo realizamos, dentro de las verbales más conocidas está el tradicional “buenos días”, “buenas tardes” o simplemente, “hola” “¿qué tal, cómo estás?”; mayormente es usado con personas ya conocidas como forma de buena educación.
Es importante también que cuando usted vaya a saludar con un apretón de manos, su mirada sea fijamente a los ojos, esto demuestra cómo lo dije en anteriores entregas cuando hablábamos de los tres ingredientes (sonrisa, entusiasmo y contacto visual), seguridad y que no tenemos intenciones ocultas o estemos mintiendo, además el apretón de manos debe ser corto y firme pero sin rudeza.
Finalmente queridos amigos, regresando al inicio y para no tener reacciones negativas cuando vayamos a saludar a alguien, siempre que iniciemos un saludo debemos estar atentos a la mirada de la otra persona, y que la nuestra sea sincera y de acercamiento, apoyada en una sonrisa agradable que producirá un sentimiento favorable hacia nosotros, reforzado por la expresión verbal y el tipo de saludo a utilizar, y si no sabemos improvisar otras maneras de saludo es mejor que quedemos como verdaderos profesionales con un simple y seguro apretón de manos y el “Hola que tal”.