Es bueno mirar el pasado para ver cuánto hemos avanzado respecto a nuestras relaciones con el otro género y sólo puedo decir que hemos involucionado, existen todavía en el fulgor del Siglo 21 irracionales bárbaros que no han evolucionado provocando lo que conocemos jurídicamente los femenicidios, la historia nos recuerda el dominio del homínido en las distintas castas, hasta en la religión por ejemplo también se apoya la idea de que la mujer por naturaleza es más débil e inferior a los hombres, en la Biblia podemos ver que Dios sitúa a Eva bajo la autoridad de Adán y San Pablo pedía a las cristianas que obedecieran a sus maridos.
“La violencia hacia la mujer es tan vieja como el mundo, está vinculada a los orígenes, evolución y desarrollo del hombre. Desde la antigüedad se hallan referencias sobre ello, en escritos de filósofos y pensadores como: Anaximandro, Heráclito, y Sofos del mismo modo que es reflejado por artistas, en diferentes manifestaciones de otros tiempos, ya sean narrativos o escultores.
Actualmente las estupideces más grandes aplicadas como normas en pueblos que no han superado la época del oscurantismo, en India las mujeres casadas, que no sean menores de 15 años, pueden ser violadas por su pareja. En Malta y el Líbano las mujeres pueden ser secuestradas y no se presentan cargos contra el criminal si éste se casa con la víctima. En Nigeria, la violencia de un marido hacia su pareja está permitida porque es “con el fin de corregir a su esposa”. En Arabia Saudita las mujeres tienen prohibido conducir un vehículo, en el Congo “una mujer está obligada a vivir con su marido y a seguirle a donde él estime oportuno residir” y no puede tener compromisos sin la autorización de él”. En Egipto, la ley dice que “cualquiera que sorprenda a su esposa cometiendo el acto del adulterio y la mate será castigado con una detención” en lugar de ser condenado a los 20 años que corresponden por asesinato.
En Irán, una mujer tiene derecho a declarar ante un Tribunal cuando sus palabras son respaldadas por dos testigos hombres.
Para comprender el fenómeno de la violencia doméstica, hacia las mujeres por los salvajes de nuestro entorno no tiene exclusividad, pues los homínidos con habla hacen comparativos que descalifican a las mujeres. Por ejemplo el entonces Presidente de México, Vicente Fox, dijo durante un acto público que “ahora el 75% de los mexicanos ya tiene lavadoras y no precisamente de dos patas”, Francisco Moreno aspirante al Senado declaró: “No hay caballo fino que no tire a mula, ni mujer bonita que no llegue a ser meretriz”, el político español, José Manuel Castelao Bragaño vociferó “Las leyes son como las mujeres, están para violarlas”. Es decir muchos “hombres” no han superado este modelo, que yo citaría como “hominido”, o “de primate con habla”.
Por eso resulta imprescindible comenzar por el análisis de los factores que la legitiman culturalmente. Desde siempre, creencias y valores que han caracterizado una sociedad patriarcal que define a los varones como superiores por naturaleza y les confiere el derecho y la responsabilidad de dirigir la conducta de su mujer. Estas actitudes y valores, que echaron raíces a través de los siglos, sería bueno extirparlos y reformular nuestras posiciones con el otro género que da origen a la vida.