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sábado, abril 20, 2024

Un estado dentro de otro estado: Triste ironía de un gobernante

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La empresa minera Southern está convirtiéndose en un Estado dentro de otro Estado, gracias a la inoperancia e incompetencia como jefe de Estado de un Ollanta que se ve impotente de asumir su responsabilidad en momentos precisos como la que están viviendo algunas localidades de la Región Arequipa, por las firmes protestas de sus pobladores que va ya por dos meses, y todo indica que las cosas los próximos días serán de mucha tensión y un conflicto que va emergiéndose ya como una protesta social a nivel nacional.

Pues a la protesta de una sola región, son otras más que se añadirán para una total paralización en regiones como Puno, Cuzo, Cajamarca, que le estarán diciendo al gobierno no a la explotación minera, y sí a la defensa y cuidado del medio ambiente, que viene entrando en una etapa (no solo en la Región de Arequipa) de mucho peligro, precisamente por la realización de proyectos que miran como única utilidad intereses unilaterales a favor de una sola parte en este caso como la empresa minera Southern, que tiene como bolso de inversión la suma de 1.400 millones de dólares, y que la experiencia de los pobladores de esa zona de la Región Arequipa, es más que suficiente por los beneficios millonarios que se llevan las empresas extranjeras que a ellos no les importa tanto la cantidad que invierten, porque saben muy bien que con un par de toneladas de oro explotado, recuperan y hasta cuadruplican sus ganancias.

Ollanta Humala responde por ejemplo que no es el momento que debe irse a la zona de conflicto de la Región Arequipa. O sea que el gran momento oportuno y preciso fue en sus épocas de campaña, donde eso sí ahora viene cosechando de la forma como les habló a los ciudadanos de esa región para que luchen hasta el final y que no se dejen arrebatar el medio ambiente que les corresponde. Y esto es precisamente lo que los pobladores de esas zonas vienen haciendo. Luchar hasta el final.

Además manifestó el candidato de ese entonces que los proyectos deben partir de ese mismo lugar, pero proyectos que beneficien a la región, y que el presidente “debe venir aquí, y no debe mentir”, dijo cuando les hablaba en el mitin. Hacía alusión para que el jefe de Estado debe estar en el lugar del conflicto, en el lugar de los problemas. Hoy él es el jefe de Estado. Un ejemplo más lo que dijo que debe hacerse, y no viene haciendo.

Esto es un claro ejemplo aportas ya de un nuevo proceso eleccionario nacional. Los que vienen ensayando en sus fueros internos, partidarios o agrupaciones políticas, nada de lo que digan se les debe tomar como posibles realidades, porque la básica realidad cualesquiera de los temas que topen, siempre será cambiable, porque la realidad de los poderes e influencias y tentáculos que tiene el estar administrando el Estado, responde a un sin número de proyectos nacionales y trasnacionales que ponen millonarias inversiones empresas extranjeras como esta empresa transnacional que es parte de mi comentario en el presente artículo.

Como tal el jefe de Estado como en este caso el tristemente célebre, señor Ollanta Humala, se convierte nada más que en un simple peón al servicio de otro Estado dentro del Estado, pero con millonarias utilidades para aquel peón elegido por el pueblo, y que ya es tiempo que dejen de mentir y el pueblo no debe permitirles que jueguen con los sueños y las expectativas de sus propias esperanzas de salir del ostracismo y de tantos años de puro ensayo de los gobernantes.

Es tiempo que estos estafadores de las ilusiones de los pueblos paguen sus mentiras con enjuiciamientos populares, no al estilo primitivo, salvaje y terrorista, sino que sean declaradas personas no gratas y que en medio del enjuiciamiento popular a través de un personaje que represente al jefe de Estado se le quite la distinción como mandatario, previa lectura de todas sus promesas incumplidas; además aquél que represente al jefe de Estado, debe estar con una indumentaria de protección en el cuerpo, pues por cada mentira debe recibir un merecido latigazo.

Tal vez suene a huachafo la presente ironía que planteo. Pero suena y huele mucho más a huachafo e indignante, que ellos, los jefes de Estado siendo la máxima autoridad no hacen lo imposible a favor de los pueblos, pero llegan a extremos de hacer cualquier esfuerzo posible para conquistar el poder y una vez llegado al mismo, se burlan de los pueblos que cifraron sus esperanzas a través de sus votos. ¡Basta ya de mentiras y ensayos de los gobernantes!

Dónde puede verse que un jefe de Estado le pida al representante de la empresa minera Southern, que haga lo que tiene que hacer. Óscar Gonzales Rocha, como jefe de esta compañía, responde de una manera diplomática como si fuera el jefe de un Estado dentro de otro Estado, que las negociaciones se suspenden por sesenta días. Es decir, prolongar la agonía a través de un jefe de una compañía transnacional minera, mientras que nuestro jefe nacional peruano, actúa como un simple títere sin saber qué hacer, dando más bien la potestad a intereses externos contra los intereses nacionales.

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