Hace poco vi las fotos del último espécimen macho de rinoceronte blanco flanqueado por tres soldados del ejército de Kenia quienes lo resguardaban de ser aniquilado por los cazadores furtivos.
Esta noticia lamentable sin embargo nos ofrece un alentador ejemplo de aquello que en 1991 propugnaba el Maestre Dr. David Juan Ferriz Olivares: “Que los ejércitos sean convertidos en fuerza de supervivencia, de paz y de regeneración de las condiciones del planeta, en fuerzas de vigilancia de la supervivencia de la humanidad y de conservación de las condiciones de la naturaleza y en cuerpos de lucha frente al aniquilamiento de la naturaleza.”
Traigo estas ideas a propósito de la reciente celebración mundial del DÍA de la TIERRA y el DÍA del LIBRO (22 y 23 de abril respectivamente) y menciono ambos eventos unidos, puesto que el cuidado de la tierra está íntimamente ligado con el símbolo de la luz del Saber y de la lucha contra la ignorancia que es: el LIBRO.
En efecto, toda esta debacle ecológica en la que está sumido nuestro “pobre” planeta, es causada por la IGNORANCIA HUMANA, ignorancia que produce las psicosis colectivas de lucha por la supervivencia, el materialismo ciego, la primacía del lucro, la corrupción, la ambición, el odio, el fanatismo, el dogmatismo, el patrioterismo asesino, la pereza para evolucionar, etc. todo ello directamente en contra de los preciosos recursos naturales que tan bondadosamente recibimos como huéspedes en esta maravillosa “nave espacial” llamada tierra.
De paso vale decir que el nombre de nuestro “planeta azul” viene del latín “terra” y éste de la raíz proto- indoeuropea “ters”, que significa seco. En griego “tersaino” es secar, en sánscrito “tars” significa seco, en inglés “thirst” es sed, mientras que en alemán sed es “durst”. Ters es una raíz que se define básicamente como “opuesto a la naturaleza del agua”. Dante Alighieri en su “infierno” se refiere a la tierra como “la gran secca” dada la idea de su característica.
Pero, volviendo al día de la tierra me viene a la mente la fuerte corriente ambientalista o ecologista que cada vez más sentimos ‘in cresecendo’ en el activismo social y que –sin embargo- necesita ir acogiendo más los conceptos de vanguardia de la re-educación emprendida desde hace más de 60 años por los ilustres Maestres Dr. Serge Raynaud de la Ferrière y Dr. David Juan Ferriz Olivares. Por ejemplo el concepto de la UNIÓN (Yoga) con la naturaleza como parte del proceso de unión que puede ir alcanzado el hombre en los eslabones señalados por el Dr. David Ferriz, es decir, su relación con los objetos, la sociedad, la naturaleza, el universo y la Causa Suprema.
Así podemos decir por ejemplo NO ES COHERENTE decirse una persona ecologista y a la vez ser consumidor de productos cárnicos (carnes de animales diversos) siendo que esta producción y consumo ES UNO DE LOS PRINCIPALES FACTORES DE DESTRUCCIÓN DE LOS SISTEMAS ECOLÓGICOS de la tierra. Así, la relación del sujeto con la naturaleza es de conflicto y no de unión. Entonces, lo más propio para el cuidado de la tierra (y de nuestro cuerpo mismo) es el NATURISMO (entendido como la vida de integración a la naturaleza de nuestra estructura orgánica, espiritual y social) que prescribe –entre otras cosas- la alimentación vegetariana libre de productos nocivos para la salud universal.
Toda esta concientización será posible por una mayor cultura individual y social, es decir, un CULTIVO del SER tanto en la cultura física, como en la evolución (transformación, maduración, mejoramiento, perfeccionamiento) intelectual, emocional, mental, existencial y espiritual. Este cultivo, repito, simbolizado grandemente por el LIBRO. De ahí que el 23 de abril -Día del Libro- me recuerde también que el Maestre Dr. David Juan Ferriz Olivares nos refirió –como un acontecimiento muy significativo- que Él nació en la isla de Honshu (en Japón) que en japonés significa “MAESTRO del LIBRO”…y no es para menos ese símbolo de su nacimiento, pues marca totalmente lo que fue la vida de este ilustre Maestro de la Humanidad que -con su SABER y dinamismo discipular- logró el rescate y preservación para Siempre, de la Obra y Pensamiento del Maestre Dr.Serge Raynaud de la Ferrière (ver: www.magnanet.org) siendo también que Él ha sido el único ideólogo autorizado para la Coordinación de la Literatura, exégesis y traducción de la obra monumental del Dr. Serge Raynaud de la Ferrière.
Apreciemos pues finalmente, un ápice de su pensamiento ecológico que liga al SABER como factor determinante del cuidado de la Tierra: “La revolución industrial que partió del siglo XIX se ha hecho durante 150 años con un escaso saber y más escasa previsión de las consecuencias en la naturaleza y en la polución y actualmente la lucha por la conservación de la naturaleza se enfrenta a la realidad de que, a pesar de todas las campañas, no regulan a las industrias causantes de la contaminación del ambiente y de la disolución de la capa de ozono. El deterioro del planeta y de su calidad de vida se suma a la explosión demográfica, aumentando la contaminación, la basura, los residuos tóxicos y la desertización, por ignorancia propia de la Era de Piscis, en la que se perseguía a los sabios considerándolos herejes o poseídos del demonio.”