24.8 C
Tarapoto
viernes, abril 26, 2024

En cuestión de amores, prefiero ser animal

02

Podría sonar hasta descabellado, el hecho de decir que me encantaría ser animal en el arte de amar, pero sin embargo, según Ashley Montago, “el hombre es un animal salvaje que, en las sociedades civilizadas, se ha domesticado a sí mismo”. Y pues ello, me enciende un poco más, no por la pasión que esto podría desatar salvajemente, sino por la curiosidad del amor que en el reino animal pueda existir. ¿cómo? ¿por qué? ¿dónde?…. muchas preguntas, vayamos a los hechos.

“Los animales tienen su corazón”. Además de afirmarlo literalmente, en el plano emocional esa frase también tiene sentido. No solo las personas se enamoran, los animales también lo hacen.

Los pingüinos son símbolo del romanticismo. Se enamoran, pasan juntos toda su vida, crían juntos a sus retoños y se memorizan la voz de su pareja, solo por la voz consiguen localizarse.

Los machos buitres son como muchos de los hombres, ellos compiten por conseguir la hembra. Una vez que ya se ha establecido la pareja, esta queda protegida por el resto de los integrantes de la manada. ¡Puro machismo!.

Pero no solo existe machismo, sino también aflora el sentido de equidad de género en la pareja, al lobo gris le gusta formar una familia y ayudar a la hembra a cuidar de sus cachorros.

Y aunque no lo crean, la onda europea, conocida como “open mind” también existe en el reino animal, los titíes duermen como los humanos, juntos y se emparejan con quien desean, se besan, bailan juntos, muestran su atracción, etc.

Además, los animales también sienten ese cosquilleo en el estómago. En el periodo en que se cortejan, sienten una inmensa energía que les impide dormir, además muchos de ellos se enamoran a primera vista.

Eso sí, aprovechan su amor al máximo, ya que el enamoramiento dura un tiempo determinado, según la especie de la que se trate: semanas, días, e incluso segundos.

Enamorarse… ¿es algo exclusivamente humano? ¿qué sentido tiene el enamoramiento en los animales?
El cortejo animal, previo al apareamiento en muchas especies es en cierto sentido muy parecido al ritual que llevamos a cabo los humanos: antes del apareamiento físico, los machos tienen que conquistar, a la hembra, convencerla de que él es “el mejor de los mejores”, “nena, elígeme, porque yo lo valgo”. En los humanos sigue siendo el hombre quien inicia las relaciones heterosociales. Hoy día el 90 % de las ocasiones sigue siendo la frecuencia con la que el varón realiza el acercamiento.

El cortejo animal sirve para que los individuos se busquen, se reconozcan, se enamoren y copulen. Este instinto reproductor es tan fuerte, que a los machos de algunas especies animales tienen que realizar verdaderas hazañas, y a muchos de ellos les cuesta la misma vida.

El enamoramiento forma parte del cortejo animal, y sirve para seleccionar al objeto sexual y fijar la atención de manera persistente y obsesiva en él, hasta conseguir el fin del proceso que es la cópula o coito, para reproducirse y cumplir su papel de perpetuarse a través de las crías.

Aunque los comportamientos anteriores no necesariamente están relacionados con la monogamia y con la fidelidad a una sola pareja, en el fascinante reino animal podemos encontrar múltiples ejemplos de animales monógamos y fieles, machos de una sola hembra. La monogamia en animales puede ser presentada como una alternativa social que posibilita la cooperación de ambos progenitores en el cuidado de las crías. Esta teoría conocida como “papá en casa” garantiza la paternidad e impide la copulación de “su” hembra con otros machos.

Los animales que poseen un alto grado de fidelidad, son: el cisne, los albatros, las tórtolas, las lechuzas, los gansos, el cóndor, la grulla, el águila o el buitre, ellos se juran amor eterno. Yo me quedo con un ave o con el pingüino, mi instinto animal en el arte de amar, va por ese lado.

Inevitablemente no soy animal, soy humana y estoy obligada a estar con un humano, porque si no caería en una especie de anomalía sexual. Pero no todo está perdido, hay buenas noticias y es que el amor no se ha extinguido en los humanos, buscando bien y con lupa, se puede encontrar, sentir y vivir como pinguinos, para toda la vida.

“Hay dos cosas que nadie puede ocultar: que se está borracho o que se está enamorado”.

Artículos relacionados

Mantente Conectado

34,539FansMe gusta
274SeguidoresSeguir
1,851SeguidoresSeguir

Últimos artículos