Voy a confesarlo. Pues, desde que en Tarapoto se comenzaron a dar las llamadas clases “magistrales” –por lo menos a las pocas a las que asistí- ninguna me satisfizo y no llenó mis expectativas, como la que acaba de dar el Ing. Agroindustrial Arbel Dávila Rivera, Decano Departamental del Colegio de Ingenieros de San Martín. Y fue que, aceptando una invitación de la Dirección Regional de Agricultura San Martín con motivo de la celebración de su 46° Aniversario de institucionalidad, dictó el tema “Globalización y seguridad alimentaria”, que se iba a complementar con otra exposición sobre “El capitalismo en el siglo XXI”, también título de un sensacional trabajo del economista francés Thomas Piketty, que no llegó a dictarse.
La excelente exposición del ingeniero Arbel Dávila tuvo la cualidad de manejar conceptos sobre temas tan cruciales como son la seguridad alimentaria, concatenándola con la globalización y el neoliberalismo. Y si bien es cierto que podríamos discrepar con algunas de sus posiciones, si se quiere ideológicas, tuvo las virtudes de la honestidad y la sencillez dentro de un marco de profundidad que, al final de cuentas, nos lleva a reflexiones de cómo debemos relacionarlas con algo tan crucial y que hasta ahora no se emprende, como es el establecimiento de políticas públicas, aunque, es verdad, durante la primera gestión municipal del ingeniero Fernando del Castillo Tang, alcalde de Lamas, ya se trabajó los aspectos de la políticas públicas relacionadas con la salud y la desnutrición infantil, vinculados al criterio fundamental del “arraigo en el territorio”, aspectos que los decisores políticos deberían conocer.
La exposición magistral de Arbel Dávila Rivera nos ubica en las antípodas del modelo de producción capitalista, entendido ello como el proceso de acumulación irrestricto y sin límites y la desnacionalización de la economía, aunque, en mi modesto entender, este concepto no es sino un subterfugio para disimular o sorprender a los incautos en el sentido que la globalización de la economía y que no es un hecho consumado e irreversible, pues, como tendencia no es sino la consecuencia de un proceso real de dominación. Y digo antípodas del modelo –ojo, no soy economista—porque la ideología del neoliberalismo destruye el concepto o modelo de producción familiar y que lleva a la concentración de de la tierra en pocas manos, mientras los desarraigados de las zonas rurales terminan de motocarristas (que los defensores a ultranza del neoliberalismo nos quieren hacer creer que se han convertido en “emprendedores”) que no son sino sus únicas oportunidades para sobrevivir, mientras forman parte de las zonas marginales de las ciudades y dentro de los conglomerados urbanos como producto precario de las invasiones y que malos abogados atizan y, de repente, promueven.
No nos queda sino agradecer al ingeniero Arbel Dávila Rívera por su exposición magistral que, estamos seguros, algunos “doctores” (¡?) que tenemos por acá, hubieran aprendido cómo se dicta una clase con solvencia, amenidad y nivel…. ¡Gracias, Ingeniero Arbel Dávila!