Primero Buenaventura Ríos dijo que el pronunciamiento no llevaba firmas por lo tanto era apócrifo. Ahora dice que a pesar del pronunciamiento (ya admitido), de la SUNEDU, no tiene la resolución que valida el hecho que la firma de Julio Ríos ya no sirve para los títulos o grados que pretenda emitir.
Es decir, dicen que por aferrarse a la legalidad, está poniendo en riesgo este personaje, a los egresados que exigen además, el documento que valide su desempeño en la universidad. ¿Debemos creer que se trata únicamente de un ánimo limpio o de pronto se encuentra contaminado por algunos intereses que van más allá de la honestidad?
La administración de Julio Ríos se encuentra, por motivos propios, desacreditada y existe además una ley que indica que no puede mantenerse en el cargo, así lo quiera, tal como lo indicó Mora. La de San Martín no es la única universidad en esta situación. Mora lo dijo claramente: hay mafiosos que se han hecho de la universidad peruana y que se hacen ricos a costa del dinero que debería servir para la investigación y para hacer de San Martín una mejor región.
Lamentablemente nada de eso se está logrando. Ojalá que algo cambie…