26.8 C
Tarapoto
viernes, marzo 29, 2024

Urresti, ¿el “tunchi” de Alan y Keiko?

02

Urresti es un fenómeno político que ha irrumpido como volcán generando simpatías y antipatías, miedos y adhesiones. Urresti se está abriendo paso con una fuerza de demolición que nace de su vocabulario directo y criollo, golpeando a los líderes de los dos movimientos con opciones electorales y con el más alto índice de resistencias y antipatías en el país, el aprismo y el fujimorismo. Si Urresti golpeara a Toledo, PPK o cualquier otro, sería casi un anónimo, ha escogido bien sus objetivos que a su vez, son cajas de resonancia que le permiten tener encima permanentemente los reflectores.

El caudal de Urresti reside en el efecto inverso que provocan sus certeros golpes a Alan y Keiko. Por supuesto que le he generado popularidad muchos otros temas, por ejemplo, pechear al abogado de Abimael Guzmán y ponerle el cascabel al gato que no quería desprenderse de la FPF, así como devolverle el principio de autoridad a la PNP, etc. No estamos ante un posible candidato presidencial que ha conquistado razones, sino emociones; y la política, básicamente en nuestro país, se mueve en función de emociones, reflejos, percepciones. En un país donde lo más estable es la inestabilidad, preso de su adolescencia, hay espacio para cualquier locura, y el pragmatismo que encarna Urresti es una de esas locuras que genera simpatías y antipatías.

Urresti es un personaje popular que no necesita ni necesitó sembrar mucho para cosechar, él está cosechando del pasado oscuro, corrupto y delincuencial de los gobiernos de Alan y Fujimori que en el Perú, desde el punto de vista electoral no es nada desdeñable; está además, satisfaciendo las necesidades de un mercado electoral que quiere acción sin rodeos; eso valoró la opinión pública de su desempeño como ministro del interior, eso lo hizo popular, al extremo que les empezó a preocupar a los llamados presidenciables. Por eso pidieron su cabeza Alan y Keiko, creyendo equivocadamente que de esa forma evitaban que la metralleta de Urresti les siga acribillando, les salió el tiro por la culata; por una lado, le entregaron a Ollanta el punto de apoyo que necesitaba para no naufragar; por otro lado, su salida de la cartera del interior ha permitido oxigenar a la premier Ana Jara y tercero, empujó a Urresti a inscribirse en el nacionalismo, la faena fue perfecta, el cálculo de primera, hoy Urresti está en la calle. Si como ministro no consiguieron callarlo, en la calle se ha convertido es su tunchi.

Pero no todo es ascenso, no todo está allanado, el camino a palacio esta empedrado y con puñales; la popularidad, en este caso, está unida a numerosos escándalos y polémicas. Un fantasma le sopla al hombro y ha empezado a adquirir la atención que por 20 años no tubo, el caso Bustios ha encontrado inusuales impulsores que callaron en todos los idiomas por este y otros crímenes, hoy Alan y Keiko buscar erigirse como los baluartes de la lucha por los derechos humanos, la sangre derramada en sus gobiernos mantiene manchas que los deslegitima en esta pose calculada y politiquera; sin embargo su olfato les indica que el caso Bustios puede ser una compuerta para retener el cauce torrentoso del que les ha amenazado con insistir en mantener viva la memoria histórica que impida que Alan o Keiko lleguen a palacio, una amenaza de esas, es como amenazar a drácula con la cruz.

Post data: Que el condenable asesinato del periodista Bustios sea esclarecido y que los culpables sean sancionados con todo el peso de la ley, totalmente de acuerdo; pero asumir el papel de peón de Alan y Keiko que buscan politizar el tema con claro calculo personal y político, de ninguna manera; dejemos que las instituciones competentes hagan su trabajo, como en el caso Fujimori, que se haga lo mismo también con Alan, y desde luego por el caso Bustios, y otros crímenes como los de Bagua, Pedro Huilca, Saúl Cantoral y tantos otros que reclaman justicia

Artículos relacionados

Mantente Conectado

34,513FansMe gusta
256SeguidoresSeguir
1,851SeguidoresSeguir

Últimos artículos