Escuchar la verborrea de Alan García, ciertamente me causa mucha nausea, lo que un tiempo cuando estaba ya acercándome a los 20 años, me causaba no solo satisfacción escucharla, sino también cierta vana y ajena admiración, pues en aquél tiempo de esos floridos verbos que cautivó a la población peruana, era el candidato más joven (y para mala suerte del país, el presidente más joven que resultó ser luego), pues hablaba con una capacidad de convencimiento a las masas y con el ímpeto apoteósico de sus 36 años, que la gente quedaba más que embelesada.
Reitero para mala suerte del país llega a ser elegido presidente, teniendo como único capital, su verborrea demagógica y traicionera, pues no solo quiso estatizar la banca, sino creó todo un sistema de “profesionalización”, es decir, del colegio a trabajar como profesores, que el gobierno mismo se encargaba de crear “los centros de capacitación profesional”, que más tarde los desconoció y clausuró este tipo de sistema que permitió convertir a la educación en aquel tiempo en un sistema de mercado en lo que a oferta y demanda se refiere; donde se ofertaban plazas magisteriales a personas que recientemente terminaban la secundaria con nombramientos inmediatos. De estos miles y miles de personas se convertían en profesores trabajando en las aulas con los alumnos (as).
Por cierto había los pedagógicos que formaban a profesionales en educación en diez ciclos regulares que para ser docente se estudiaba 05 años (yo egreso del pedagógico público de Lamas), que no se diferenciaban en nada para adquirir el nombramiento con los alumnos que terminaban la secundaria, luego de 05 años de “profesionalización”, pero con la ventaja de que ellos eran nombrados ni bien terminaban la secundaria. Prácticamente el Estado les pagaba para que tengan el título de docentes, mientras que los que se estudiaba los ciclos regulares, nos esforzábamos duramente, yo trabajaba los sábados y domingos para los gastos de la semana y el pago de matrícula, aparte de que tenía una linda madre (Amelia Ramírez Chávez, que en paz descanse), que daba su vida por mí, trabajando la tierra, trabajando el hilo doméstico elaborando las pretinas que era vendido a revendedores. Ella nunca me hacía faltar la manutención de la comida.
¿Y Quiénes eran los que eran nombrados ni bien terminaban la secundaria? Precisamente los apristas, o los que no siéndolos, eran personas que votaban a favor de un candidato aprista y adulaban con sendos regalos a los altos funcionarios del sector educación. Este mal sistema donde se ofertaba plazas de educación con nombramientos inmediatos, se ha ido perfilando como una mal imagen del profesor, al extremo de subjetivarlo y humillarlo con el calificativo de… “sea ya aunque sea maestro”.
¿Por qué ésta equivocada apreciación? Precisamente porque era fácil trabajar como profesor, por el fácil ingreso laboral a este sector de la educación con nombramiento inmediato incluido. Es decir, el gobierno aprista creaba un sistema fácil para una delicada y sagrada labor de la docencia, que después a los integrantes de este sistema y a todo un régimen laboral de docentes, con estudios de ciclos regulares, el vanidoso y demagogo de la palabra, Alan García, calificó a cada docente con el absurdo y sucio término de “comechados”.
Los peruanos volvemos a tener una vez más a este señor, que quiere repetir un tercer período de gobierno. En su sucia verborrea, aprovechándose, de un histórico personaje, Víctor Raúl Haya de la Torre, sobre su nombre y heroísmo de este personaje, que no tiene el sustento moral y ético de aquél, se sienta permanentemente sobre su gloria y expectora más que palabras y vanidosas palabras, porque de lo que dice al hecho, absolutamente nada es cierto.
Hizo referencia de tres aspectos: califarma, pensión 65 y Beca 18. Las dos primeras, para él no es nada novedoso lo que viene haciendo este gobierno de Ollanta, pues manifestó que en su segundo gobierno ya existían, exceptuando Beca 18, que piensa profundizar y dar mayor solidez. Pero no habla de la educación en términos generales, ni mucho menos en términos específicos, sobre la carrera de los docentes, es decir, sobre la mal llamada Reforma Magisterial que este gobierno de Ollanta viene implementando camino a ser privatizado: Si García tiene la misma política errada y privatizadora en lo que a esta reforma magisterial se refiere, de hecho que no dirá nada contrario durante toda su campaña electoral.
Estemos avisados los electores, ya no más demagogos de la palabra; ya no más herederos del fujimorismo, una candidata de esta corriente (Keiko), que se hizo profesional con la plata de todos los peruanos; ya no más payasos de la política, como ese ex Ministro del Interior (Daniel Urresti), que cree por hacer payasadas, puede conseguir votos para ser presidente de este país, a no ser que a la gente misma le siga gustando payasadas y a tanto tipejo que por ser exitosos empresarios, piensan con ser presidente del Perú.
Una cosa es con guitarra, y otra cosa es, con cajón.