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martes, abril 23, 2024

Nuestra alicaída educación vial

La Educación Vial fomenta la enseñanza y cumplimiento de una serie de normas y reglamentos; se vincula al desarrollo de la autoestima, al respeto no sólo por los otros, sino hacia uno mismo, sobre principios de convivencia social; conlleva a consolidarnos culturalmente, permite a que el ciudadano se involucre en reconocer una serie de derechos y deberes, sobre todo al pleno respeto por las instituciones y autoridades.

El ciudadano debe tener pleno conocimiento de las normas y señales que regulan la circulación de vehículos y personas, sin embargo, hacen caso omiso a ello o lo desconocen por completo; es inverosímil que en estos tiempos el mal educado se jacte de su picardía, que se sienta el astuto por haber eludido una norma de tránsito, lamentablemente esa es la educación de la mayoría de Peruanos.

Los buenos hábitos en nuestro País son exiguos, son pocos quienes lo practican, pero es nuestra realidad, lamentablemente cruda; es un problema en el cual deben trabajar arduamente, el Gobierno central, regional, local y todos los ciudadanos que poblamos este hermoso País, todos debemos cumplir con la misión encomendada, Coordinar acciones entre autoridades, Comprometer a otras entidades, Incluir a la población. Liderar el cambio.

Hablemos del peatón que, al momento de cruzar no mira a lado alguno, cree ser lo único que existe en la tierra, en lugar de hacer uso de la acera o vereda, suele caminar por la pista o calzada, si salen con las mascotas, dejan suelto al animal y éste juega a su libre albedrío a sabiendas que puede ocasionar algún accidente, los padres de familia dejan a sus niños jugando en las pistas, exponiendo la vida del menor y del conductor.

La educación vial, a la luz de las políticas, principios y objetivos de la educación peruana, contribuye a la formación integral del educando; fortaleciendo el desarrollo de los aspectos físico, afectivo y cognitivo, y promoviendo capacidades, valores y actitudes; que le permiten aprender a proteger su integridad y a participar en la construcción de su ciudadanía, asumiendo sus derechos y responsabilidades frente a las situaciones de riesgo que atenten contra su vida.

El estado juega un papel muy importante en trabajar desde muy temprana edad con nuestros menores. Si aprenden la prudencia y las principales normas de circulación estaremos contribuyendo en gran medida a la minoración del número de accidentes graves que hoy en día estamos viviendo. No olviden, Para que la sociedad cambie, es preciso que tu cambies.

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