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viernes, abril 26, 2024

ARMAMENTISMO MUNDIAL: IGNORANCIA VS. CONCIENCIA

En los tiempos perturbados por los que atraviesa la Humanidad ¿no es acaso deseable hacer los esfuerzos necesarios para una iluminación colectiva hacia una cultura de Paz? Ciertamente estamos en una época que facilita grandemente esta iluminación pese a los tercos embates de las “fuerzas del mal” que buscan seguir sumiendo a nuestra sociedad en las tinieblas de la ignorancia y pasividad eternizándola en aquel “estado amorfo” en la cual ha quedado durante los últimos siglos.

Para esta obra de re-educación ante todo necesitamos comprender mejor –como lo hacían en la antigüedad- términos como la ignorancia. Para las grandes culturas de la antigüedad la ignorancia no era tanto el carecer de información o desconocer algo SINO el RECHAZO al saber. Este significado lo rescatan los grandes pensadores de nuestra época como Wyne Dyer quien declara: Tu nivel más alto de ignorancia es cuando rechazas algo de lo que no sabes nada”, o también el gran Karl Popper cuando dice:

“La verdadera ignorancia no es la ausencia de conocimientos, sino el hecho de negarse a adquirirlos.”; conceptos estos que concuerdan plenamente con el rescate que realizan los Maestres Dr. Serge Raynaud de la Ferrière y Dr. David Juan Ferriz Olivares al remitirse al antiguo saber de la Escuela Sánscrita que simboliza a la ignorancia como un enano mitológico llamado “apasma- rapurusa” (demonio de la ignorancia humana) o un velo (“Avarana”) el cual impide ver las cosas objetivamente y con claridad llevando a la confusión, al error y a los consecuentes actos de barbarie.

Dicho esto podemos deducir con mejor profundidad la causa original de los males que afligen a la humanidad actual como derivados siempre de esta ignorancia que -como el verdadero demonio (“Príncipe de las Tinieblas” según el Apóstol Pablo)- ha poseído a gran parte de la masa humana causando en las personas el miedo, la incomprensión, el aislamiento, la paranoia, la envidia, la ambición, el deseo de poder, el fanatismo, el dogmatismo, el escepticismo, las enfermedades psíquicas y físicas individuales y sociales, etc.

Como bien lo expresa el Maestre Dr. Serge Raynaud de la Ferrière: “En fin, siempre la incomprensión y el dogmatismo por la muy simple razón de la ignorancia; en efecto, la ignorancia constituye el gran peligro para la humanidad y de esta ignorancia (que nadie quiere confesar) nace la falta de tolerancia con su inmediata consecuencia: el fanatismo que causa las guerras atroces. Hay que trabajar para remediar esta ignorancia. Los Colegios Iniciáticos (www.magnanet.org) abren ahora sus puertas al gran público, lo cual representa indudablemente un ventajoso progreso en ese sentido.” Y también: “La ignorancia, sí: he aquí lo que está en la base de los problemas sociales. La falta de conocimiento produce el dogmatismo y de esta intolerancia nacen las divisiones, las luchas, las guerras.”

Toda esta ignorancia genera -por ejemplo- la mega industria de armas (pistolas, rifles, misiles, tanques, aviones de combate, bombas de todo tipo, etc.) negocio maligno del cual viven y trabajan millones de empleados e inversionistas en todo el mundo. Negocio que –como lo dijimos antes- es alimentado por el miedo, la injusticia, la ambición, y la cadena de errores cometidos por las personas de generación en generación causando entre otras “calamidades” por ejemplo: los criminales, psicópatas, delincuentes, etc. quienes también con sus fechorías son una justificación casi perfecta para comprar armas a nivel personal. Por otro lado, a nivel mundial el patriotismo (señalado por el Dr. Serge Raynaud de la Ferrière como “La escuela del crimen por excelencia”) el racismo, los límites nacionalistas, socioeconómicos religiosos y demás barreras creadas por el error humano (ignorancia) también generan el sentimiento de miedo, inseguridad, incomprensión y venganza que a su vez alimentan a la industria de armas para “defensa”. Estas barreras nacionalistas alimentan –por otro lado- el comercio mundial (puesto que lo que tiene o produce un país no siempre lo tiene otro país).

A este respecto expresa el Dr. David Juan Ferriz Olivares: “En el año 83 se gastaron en el mundo entre 750 y 800 mil millones de dólares en armamento, y mientras tanto morían de hambre miles de niños y surgían desastres humanos ante la imposibilidad de ofrecer educación, salud, trabajo, vivienda y calidad de vida al Tercer Mundo. La opinión pública sabe que una gran guerra involucraría a países que no tienen ningún soldado fuera de sus fronteras. Los inconmensurables gastos militares, los programas misilísticos, la guerra de las galaxias, lo pagan nuestras magras economías que de por sí están en un trance de hondas dificultades.” Y en otra parte señala el factor religioso: “Pero se requiere el entendimiento y la tolerancia a través del diálogo interreligioso. Los mismos líderes religiosos deberían ser factores de relevancia decisiva para la concreción de una Era en que los bombarderos y misiles se conviertan en escuelas y en una cultura de equidad, bienestar y felicidad.”

Frente a esto necesitamos pues ir generando una mayor conciencia de paz, unidad mundial (más allá de la ilusoria unidad comercial llamada “globalización”) y aplicar toda nuestra inteligencia en soluciones creativas para que –esperamos en pocos siglos- tengamos una humanidad más justa, más equilibrada, más comprensiva propia de la Edad de Paz esperada por todos.

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