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miércoles, abril 24, 2024

¿Un imbécil o un hipócrita?

Sin Utopías

Ricardo Quevedo Ramírez
Columnista

Pedro Bogarín Vargas, una figura hartamente conocida por su perseverancia y su dinamismo en la vida política, seguirá siendo reconocida su entrega que tuvo en el escenario político regional por la gran visión que tuvo para hacer de San Martín, un lugar de muchos retos en todas las áreas profesionales, y que para la salud de esta región, esos retos deben ser asumidos por su entonces rival político el hoy presidente del Gobierno Regional de San Martín, el médico, Víctor Noriega Reátegui.

El 2015 es el tiempo de muchas movidas políticas para todos los aspirantes a disputarse un escaño en el Congreso y el dorado sillón presidencial. El pueblo peruano espera ya no más improvisación para el Congreso, ni mucho menos improvisación para conducir el país. Si el fujimorismo ganó en estas últimas elecciones regionales en tres regiones, que esto no sea una lectura para que la hija de un sentenciado sea la probable elegida para el sillón presidencial. Porque si esto sucediera, de nada va a servir la audiencia a Fujimori con olor a sentencia para el día de hoy 07 de enero del 2015 por los casos de los diarios chicha, y percibiendo lo apocalíptico por parte de los jueces para que sea un día glorioso 07 de enero, días anteriores manifestó en su alegato, disculpándose previamente de que él no habla términos soeces, dijo queriendo quedar libre de toda acusación: “Que Fujimori no sabía ni mierda de nuestro trabajo que hacíamos”, en alusión a su ex asesor Montesinos.

De esto tengo yo dos lecturas. Si es cierto esta afirmación de Fujimori contra Montesinos, debería darle vergüenza pronunciar tamaña aseveración. ¿Cómo podría pensarse que un jefe de Estado no va a estar al tanto de lo que hace su mano derecha e izquierda? Además de ser cierta esta aseveración contradice su investidura mientras estaba en el cargo, pues decía en esos tiempos que nada se movía en su gobierno si él no lo autorizaba.

Entonces en qué quedamos, si usted dice señor Fujimori que no sabía ni mierda lo que Montesinos hacía tras su espalda, entonces es usted un imbécil, porque solo un imbécil, ostentando un alto cargo, y que diga que no sabía lo que hacía su súbdito, entonces estaba por demás en el cargo como jefe de Estado; pero si se hace el cojudo en decir que no sabía nada, para no complicar más su segura sentencia, entonces es usted un hipócrita.

Vladimiro Montesinos y usted señor Fujimori, fueron ya parte de una época, que algo bueno hicieron, pero lamentablemente la balanza pesó más por el lado delictivo. La justicia peruana no fue estúpida para que les haya sentenciado a varios años de carcelería, y aún quedan pendientes varios casos ilícitos con audiencias y olor a condenas adicionales de la que hoy tienen. Estas oscuras sombras de penas purgatorias con años de sentencia, es la que le caracteriza al fujimorismo y en especial a su máximo líder, por quién el pueblo tiene una nostalgia barata, debiendo ya el pueblo pensar fríamente en base a una situación de relatividad de dos aspectos: fueron aciertos y errores; fueron victoria y fracaso; quisieron ser la visión del país, pero quedó solamente en el deseo, porque pretendieron codiciosamente seguir en el poder bajo oscuras sombras de ilícitas gestiones de Estado.

Víctor Noriega como novicio presidente del Gobierno Regional de San Martín, debe poner puntos en diferencia, que él y su equipo son otra cosa; deben marcar la diferencia dejando de rendir pleitesía al fujimorismo caracterizado por sus trámites de condenas, y dejar de rendir pleitesía a su máximo líder encarcelado, de lo contrario seguiremos pensando que al igual que ellos son cómplices de las muchas sombras condenatorias.

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