Tarapoto está a punto de convertirse en la ciudad más contaminada por la falta de decisión política de las autoridades para construir un relleno sanitario, ya que el botadero municipal de Yacucatina no reúne las condiciones para la acumulación de desperdicios, adonde también van a parar los desechos hospitalarios de todos los establecimientos de salud, poniendo en riesgo al personal de limpieza del municipio y de los recicladores que diariamente trabajan en ese lugar.
La Ley 27314 de manejo de residuos sólidos, en su Capítulo I, Artículo 18 señala lo siguiente: Prohibición para la disposición final en lugares no autorizados. Está prohibido el abandono, vertido o disposición de residuos en lugares no autorizados por la autoridad competente o aquellos establecidos por ley.
También refiere que los lugares de disposición final inapropiada de residuos sólidos, identificados como botaderos, deberán ser clausurados por la Municipalidad Provincial, en coordinación con la autoridad de salud de la jurisdicción y la municipalidad distrital, sin embargo en Tarapoto nadie toma interés en este caso que pone en riesgo la salud pública.
El caso que más sorprendió y que pudo ocasionar el cierre definitivo del botadero de Yacucatina, fue el hallazgo de una pierna humana cercenada, ocurrido el 24 de marzo del presente año. María Aspajo Saboya, quien trabaja como recicladora desde hace varios años fue quien encontró el miembro inferior envuelto en una prenda de color verde, como las que se usan en los establecimientos hospitalarios.
Hace unos años EsSalud instaló un incinerador de residuos hospitalarios en el local del policlínico que tienen en el distrito de Morales, sin embargo los olores fétidos y el humo que emanaba afectaba a los vecinos de la cuadra cinco del jirón Primero de Mayo, que exigieron su inmediata reubicación, situación que terminó por ser clausurado no volver a ser utilizado.
El Hospital Regional de Tarapoto nunca tuvo un incinerador, sus desperdicios también son arrojados en Yacucatina, al igual que los desechos de los centros de Salud de toda la jurisdicción. A ello se suma que las clínicas particulares hacen lo mismo sin control alguno y todos los días en Tarapoto se producen más de una tonelada de desechos hospitalarios que van a parar en el botadero municipal.
Existe una iniciativa por parte de una empresa privada para encargarse de los desechos sólidos de la ciudad, sin embargo no es posible por la falta de voluntad política de las autoridades municipales y regionales, que no toman en cuenta el serio problema que podría afrontar la población si no se construye un relleno sanitario. (Hugo Anteparra)