La ausencia en los debates políticos de la coyuntura como la que estamos viviendo los san martinenses con dos representantes que aspiran al mando del Gobierno Regional, con Pedro Bogarín que hasta la saciedad le invitó a su contendor Víctor Noriega para hacer de las próximas elecciones regionales del 07 de diciembre, no solo el espectro visible para que el ciudadano se sienta seguro a emitir su voto, sino que se vaya sentando precedente que al político se le juzga no solo por su capacidad verbal, también por la ausencia del mismo.
¿Qué teme o esconde el señor Noriega para correrse a los debates políticos? ¿Piensa acaso que es una estrategia para no reventar a destiempo el pus de su programa sobre la explotación de las mineras y el oro negro? ¿Acaso habrá que seguir la misma suerte de los grandes yacimientos mineros como Apurimac y Madre de Dios, ricos con estos metales, pero tan pobres en la realidad y orfandad de sus habitantes? ¿Acaso debemos embarcarnos ciegamente en la política nacional pro minera de este gobierno ollantista que traicionó sus principios iniciales por las cuales llegó al poder?
El silencio es muchas veces cómplice de la miseria de argumentos. El silencio nunca es una estrategia. Este silencio, lástima que le está exhibiendo de una manera irresponsable el candidato del fujimorismo. Se copió el libreto de sus maestros presos, como Montesinos y Fujimori, que ante el poder judicial cuando les tocó declarar, fueron cómplices de sus timoratos silencios, pensando que con ello torcerían el dictamen de sentencia o quedarían inmaculados ante la opinión nacional.
Ninguna de estas dos “estrategias” les salió como ellos pensaron. Ambos fueron condenados por diferentes delitos, y ambos para la población nacional son los que nunca deberían reciclarse en ningún personaje político nacional, mucho menos en la regional como se pretende hacer con Víctor Noriega, que con su silencio está admitiendo la misma estrategia errónea de sus líderes y consejeros nacionales y locales que le orientan que acepte solo los debates cuando son unipersonales; lógicamente en este caso ya no se puede hablar de debate, más que la exposición de ideas y programas, como está programado para el 30 de este mes en la ciudad de Moyobamba convocado por el Jurado Nacional.
En este escenario las preguntas responden ya a un libreto pre elaborado por el órgano competente con un tiempo tan brevísimo, ciñéndose únicamente el candidato a ese tiempo limitado y a la ausencia de las permanentes repreguntas y la nula participación de la población, como sí ocurre normalmente en un encuentro de debate de dos a dos que es muy enriquecedor para la determinación del ciudadano emitir su voto también responsable.
El candidato Noriega habla como un monólogo como que teniendo miedo que le tuerzan la crítica, cuando menciona de supuestos audios que hacen mención del candidato Bogarín; si Noriega está convencido de esto, debería haber hace ratos aceptado un debate de dos a dos con el candidato Bogarín, pero como no está convencido, lógicamente seguirá hablando de una manera unilateral en cuantos medios de comunicación lo inviten, así como está invitado para el sábado 29 de noviembre a Radio Tropical. La conductora de este espacio, Glenda Mello, me comentó que menos mal aceptó su invitación. A dos días de este programa, aún tiene tiempo el candidato Noriega para aceptar debatir de dos a dos con el médico Pedro Bogarín Vargas, que aún le sigue esperando.
Se habla de políticos nacionales que les podrían dar cierta característica pintoresca a los dos candidatos en contienda. Se habla de Alan García y Keyko Fujimori. Ambos hartamente conocidos, el primero por sus dos años de gobierno con fracasos y aciertos, y la segunda, hija de un encarcelado padre que educó a esta (Keyko) y a sus demás hijos en mejores universidades del mundo con plata del Estado mientras vivían el paraíso económico de dos quinquenios, y por la codicia de querer un quinquenio más, cae la mafia del gobierno fujimorista, personificando satánicamente en el todo poderoso Montesinos, a lo que Fujimori decía para supuestamente librarse de algunos delitos de aquél, que no sabía nada de sus acciones.
¿A esta señora Keiko Fujimori, le ve como referencia pintoresca el candidato Noriega? ¿Acaso no es faltar el respeto a la memoria colectiva nacional arrimarse en un personaje oscuro cuya clase política ha desgraciado la vida a miles de peruanos con la impunidad reverente de una agrupación política que debería estar con la cabeza gacha y los rabos bajo la pierna?
¿Quién estudia ahora con plata ajena y aún en mejores universidades del mundo? Nadie absolutamente. Nuestra clase educativa es huérfana, porque tenemos estudiantes desamparados económicamente por un sistema de gobierno. Solo los hijos de Fujimori por la ignorancia del elector peruano tuvieron este privilegio. ¡Basta ya!
Además para políticos prácticos, sinceros y coherentes como es la política del médico Pedro Bogarín Vargas, el padrinazgo no es una buena señal, es más, responde a la debilidad del candidato que piensa equivocadamente que con ello pueda hallarse respaldado por el elector.
A la hora de gobernar la región el que sacará la cara no es el padrino o la madrina; no son los asesores o ayayeros… es el presidente el que se gana los pasivos y activos; el que se gana la honra y la deshonra.