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viernes, abril 19, 2024

Hacia una edad de paz

Me permito usar hoy en esta columna cultural el título que creara el Maestre Dr. Serge Raynaud de la Ferrière para uno de sus libros “Hacia Una Edad de Paz” (de la serie de los 36 Propósitos Psicológicos) y lo hago meditando en las circunstancias actuales de la humanidad que –movida por poderosos y malignos intereses creados- siempre ¡Ay! Se mantiene en peligro latente de una guerra masiva en una orgía de odio y destrucción.

Y es que nunca faltan las noticias alarmistas casi siempre impulsadas por los políticos hábiles o comerciantes de armas que generan una psicosis de guerra provocando respuestas en los “enemigos” y “echando gasolina” a las brasas de la ignorancia para encender los fuegos devastadores del fanatismo y el deseo de matar a quienes no son de nuestras concepciones.

Los odios nacionalistas, religiosos, culturales, geopolíticos, económicos están a la orden del día y los medios manipulados están ahí siempre para provocar. Vemos por ejemplo el creciente odio mundial hacia la política (ojo: no al pueblo ni a la cultura) estadounidense; tamién la incertidumbre de las noticias acerca de las atrocidades (decapitaciones, torturas, etc.) del “estado islámico” que no se sabe si son “sembradas” por los países occidentales para generar una ola de opinión en apoyo a la intervención militar en los países “afectados”; las noticias cruentas del odio popular por la injusticia y corrupción en México, las noticias de la caída de la economía estadounidense por carencia del oro (adquirido en ingentes cantidades por China) y la consecuente amenaza de guerra por intereses económicos; la “guerra sucia” contra Rusia y muchas más noticias que lamentablemente buscan generar una atroz tercera guerra mundial entre oriente y occidente.

Todas estas desalentadoras “noticias” (y muchas más) parecen contradecir las diversas tesis acerca del advenimiento de una edad de paz que –siempre según estas tesis- ya ha comenzado a manifestarse con signos promisorios como el anuncio de un día claro y soleado que sin embargo comienza con una madrugada aún oscura. Por el contrario, hay en aún muchas personas un pesimismo y la espera pasiva de que Dios ordenará todo con un muy mal entendido “armagedón” y que no queda sino cantar u orar porque “el hombre nada puede hacer” (contradiciendo así aquel pensamiento que dice que Dios ayuda a quienes tratan de hacer las cosas y no a los perezosos… “ayúdate que te ayudaré”) con esa nefasta concepción separatista del hombre y Dios (el hombre acá y Dios allá).

En ese sentido es mucho mejor que cada uno “tome cartas en el asunto” y sepa que las cosas “no caerán del cielo” si no hacemos nada hasta que “caigan por su propio peso”. De ahí que es muy fundamental que cada uno desde nuestra célula familiar o desde agrupaciones de diversa índole (cultural, ecológica, educativa, tecnológica, etc.) “nos pongamos la camiseta” de la cultura de Paz, la “camiseta” del equipo de los trabajadores para la construcción de esa Edad de Paz (Edad de Oro) anunciada y formemos parte de la corriente positiva y concreta, activa y dinámica forjadora de un futuro mejor para nosotros y para toda la humanidad.

Los principios ya han sido largamente difundidos pero vale repetirlos como aquellos que trae la Magna Fraternitas Universalis (www.magnanet.org), Milenaria Institución para la dirección (orientación) integral del mundo: la TOLERANCIA, la VERDAD y la PAZ; laborando positivamente en el cumplimiento de la Misión del Saber al operativizar el ideal de Fraternidad Universal y comprensión entre todos los seres para un mundo unido por la sabiduría.

La época es favorable para estas altas conquistas, basta recordar que, por ejemplo la internet y el desarrollo de las comunicaciones hace que las verdades sean menos ocultadas y que la prensa amarilla ya no tenga tanto poder puesto que la gente “de a pie” puede grabar la realidad y subirla inmediatamente en cualquier red social. Asimismo los diversos programas de traducción que favorecen el mejor entendimiento entre las culturas.

Solo nos queda reforzar ampliamente el trabajo de EDUCACIÓN VERDADERA, amplia, conectada con la realidad, para tomar cada vez más conciencia de los poderosos intereses que quieren seguir destruyendo las conciencias, destruyendo la naturaleza, destruyendo las familias, destruyendo todo en pos de la ambición de poder sin más justificación que el poder en sí mismo.

Como bien lo expresa el Maestre Dr. Serge Raynaud de la Ferrière: “La lucha contra la ignorancia es lo primero que hay que emprender, nada más importante existe hoy…”. Así pues cumpliendo con este cometido, primero tenemos que SABER que la ignorancia (“el príncipe de las tinieblas”) NO ES tanto la falta de información (con la clásica respuestita “todos somos ignorantes”) SINO QUE LA IGNORANCIA ES ANTE TODO EL RECHAZO AL SABER, un rechazo que se manifiesta de mil maneras desde las más sutiles como la indiferencia y pereza mental hasta las más brutales como el ataque fanático y la crucifixión de los seres de sabiduría (“Padre perdónalos porque NO SABEN lo que hacen”).

Unámonos cada vez más para la lucha no contra nuestros prójimos sino contra el verdadero demonio (la ignorancia) y sus servidores poseídos, exorcizándolos con el poder del saber y la conciencia que alimentan los más sólidos principios de Tolerancia, Verdad y Paz. (Cursos permanentes en Tarapoto: Tlf. 525760)

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