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viernes, abril 19, 2024

AQUARIUS: LA ERA DEL SABER

Por: Lic. Christian Marquina Alván

Director de la Casa de la Cultura – Filial Tarapoto

 

Es interesante ver que para algunos escritores la Era de Acuario aún no habría comenzado (!!!) entre ellos veo los nombres de Elsa Glover, Rudolf Steiner, Max Heindel, etc. Estas opiniones son aún más asombrosas al constatar los grandes y vertiginosos cambios que se han dado en el siglo XX corroborando -con hechos concretos- la afirmación científica del Maestre Dr. Serge Raynaud de la Ferrière y su investigación trascendental de la precesión equinoccial en relación con la historia universal. Este sabio francés confirma epistemológicamente que la era de Aquarius se inició real y matemáticamente el 21 DE MARZO DE 1948.

Esta confirmación epistemológica –es decir, tomando en cuenta los diversos factores matemáticos, astronómicos, sociológicos, ecológicos, simbólicos, esotéricos e históricos- del inicio de la era en 1948 es precisa pues se ajusta operativamente a la realidad integral de la vida en la tierra.

Como bien expresa la reconocida periodista Marilyn Ferguson dando un punto de vista imparcial: “Aunque no estoy familiarizada con los arcanos astrológicos, me sentía atraída por el poder simbólico de esa idea difundida en toda nuestra cultura popular: el que tras una era violenta y oscura, la de Piscis, estamos entrando en un milenio de amor y luz, “la era de Acuario”, la época de la verdadera liberación espiritual”. Esté o no escrita en los astros, lo cierto es que parece estarse aproximando una era diferente; y Acuario, la figura del aguador en el antiguo zodíaco, símbolo de la corriente que viene a apagar una antigua sed, parece ser el símbolo adecuado.”

Continúa: “Está ocurriendo algo que se está moviendo a una velocidad vertiginosa…nuevos enfoques de la salud, educación humanística, nuevas formas de gestión política o administrativa….El espíritu de nuestra época es al mismo tiempo pragmático y trascendental, aprecia a la vez el esclarecimiento y el misterio, el poder y la humildad, la interdependencia y la individualidad; es simultáneamente político y apolítico…se caracteriza por operar a través de organizaciones fluidas, opuestas a todo dogma.. Se guían por el principio de que el cambio solamente puede ser facilitado, no decretado…Y tal vez, al tratar de integrar la magia y la ciencia, el arte y la tecnología, consiga triunfar donde hasta ahora todos los empeños anteriores habían fracasado.”

Todo esto respalda lo que el Maestre Dr. David Juan Ferriz Olivares afirma junto a la Gran Tradición Iniciática y su alta ciencia verdadera:

“Nos encontramos por factores de progresión, a partir del 21 de marzo de 1948, en la Era Aquarius, que se extiende desde los 300º a los 330° de longitud y de los 20° 10’ a los 11º 30’ de declinación sur, con una duración aproximada de 2376 años.

“Henos aquí, pues, una vez más a las puertas de una nueva Gran Era y es el continente americano el elegido para ver el máximo de esta época floreciente.”

“Este Ciclo representa el conjunto de todas las religiones, filosofías y concepciones en curso o que puedan formarse en lo sucesivo. Debe simbolizar un ciclo nuevo de 2.000 años más o menos y marcar una renovación. Algunos se basan para enunciarla como consecuencia del descubrimiento de la desintegración del átomo calificando nuestra época de Edad Atómica, lo que puede ser simbolizado por el planeta Urano que caracteriza la inteligencia superior, la expansión de la conciencia, la energía abrupta, intermitente, repentina, incalculable, como una llama que asciende rápida y vertiginosamente hacia el cielo, el Saber de la Nueva Edad. La intuición, la genialidad, el conocimiento – relámpago, lo suprahumano.

“La Era uraniana de Aquarius estará caracterizada por la abundancia y nos aportará la realización de un ideal de justicia hacia el cual todas las formas religiosas han tenido en el curso de su enseñanza, cualesquiera sean los dogmas y los ritos y hacia el cual toda alma aspira. Podemos esperar también nosotros una era de universalidad, en la cual los valores particulares de cada uno de los seres estarán a la disposición de todos”.

Una era de paz, de fraternidad universal, de afinidades electivas, de amistad, de acceso a la superación de la persona mediante la aceptación de lo ajeno y la aceptación del destino a la dependencia universal. Es una era de una naturaleza íntima “angélica” que pertenece más al cielo que a la tierra con cierta aspiración idealista y espiritual, viviendo en dirección de un mundo suprasensible que se puebla de imágenes y sensaciones, consciente el individuo de no pertenecerse más y de darse a un destino extrapersonal hecho de no- posesión, de purificación; la gracia o prudencia que devuelve al individuo al estado de la reconciliación del hombre con el universo, la potencia de la aventura prometéica, el don de compensar una inferioridad física con una superioridad intelectual, moral o espiritual; una tensión de la inteligencia superior a la conquista de una alta cima, a la búsqueda del absoluto. Es la capacidad de la palabra, del Verbo, de la transmisión, de la comunicación, del intercambio, de la interrelación, la unión de Oriente y Occidente, del Análisis y de la Fe, de la razón y la intuición, de lo objetivo y lo subjetivo, es la Jnana-Yoga del ciclo acuariano; el énfasis en lo espiritual y volitivo, la conciencia activa, la autoafirmación, la recia expresividad, la reflexión, la planificación, la penetración, la acumulación de energías mentales.

 

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