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jueves, abril 25, 2024

Monstruo esclavizaba sexualmente a menores de 13 años en San Martín

esclavista

Criminal ha sido sentenciado a cadena perpetua por el horrendo infierno que creó

Por: Lenin Quevedo Bardález

Héctor Manuel Porras Torres ha sido sentenciado a cadena perpetua, tras investigarse la forma brutal en la que se ensañó contra adolescentes, a quienes esclavizó, violó y torturó durante varios años.

La historia que lo condena empezó en noviembre del año 2008. Es en ese entonces cuando Maribel (nombre ficticio de una agraviada), salió de su nativo Pelejo, a buscar suerte y trabajo en Yurimaguas.

En esa ciudad, paseaba una noche en la Plaza de Moralillos, cuando se encontró con el criminal y su esposa Ruth Reyna Inzapillo. Ellos le ofrecieron trabajo en Trujillo, para que se quede al cuidado de su pequeño. Vio Maribel en ellos, la posibilidad de escapar de la pobreza, por lo menos de la extrema pobreza y dijo que sí.

Días más tarde se hizo realidad el viaje del que nunca retornaría como antes, que le robaría su inocencia.

Nunca llegaron a Trujillo, sino que se quedaron en Nueva Cajamarca. De allí semanas más tarde a Jaén, otro poco a Chiclayo y finalmente a Huancayo.

Ninguna de estas ciudades se parecía, más que por un detalle: todas las noches Héctor Manuel y su mujer Ruth, salían hasta el amanecer, bien vestidos y con mucho perfume en el cuerpo; no sin antes, cerrar la puerta con llave. Hasta ese momento Maribel no comprendía a qué se dedicaban, hasta el día en que empezó su pesadilla. Ella tenía apenas 13 años.

Maribel dormía muy cansada al lado de Ruth, la esposa y cómplice. Llegó el monstruo y empezó a tocarle los senos y a decirle que quería tener sexo. Maribel no comprendía nada, menos aun que Ruth, totalmente sometida no dijera otra cosa que palabras de sometimiento. Que mi marido te va a dar todo lo que quieras, que mi marido también te quiere a ti. Las violaciones continuaron y la menor se desesperaba al no poder escapar… hasta que quedó embarazada y perdió la voluntad.

Llegó diciembre del 2008 y Maribel, que no acababa de ser niña aun empezó a sufrir nauseas y mareos. No pasó mucho tiempo hasta que se confirmó que estaba embarazada. Desde ese día el infierno se hizo aun más terrible para ella. Fue obligada a hacer pases, o mejor dicho a prostituirse en ciudades como Jaén, Chiclayo e incluso llegaron hasta Tacna… durante todo ese viaje, fueron violentadas las dos mujeres y la niña Maribel, pasó a ser una esposa más del criminal.

Ellas debían cumplir con un número de “pases” (o servicios sexuales) estipulados por el monstruo y si no lo hacían eran violentamente azotadas hasta que echen sangre por la boca.

Una noche, cuando estuvieron en Moyobamba, fueron intervenidas y al ver Héctor Manuel que podía ser detenido, se deslizó como una rata hasta fuera de San Martín, evitando ser capturado.

El niño de Maribel nació en junio de 2013 en Jaén y a pesar de las evidentes edades disparejas, se admitió su inscripción en el registro civil, siendo firmado el pequeño por el reaparecido monstruo Héctor Manuel. Ya Ruth no estaba más con él. había logrado escapar.

Pasados algunos días del parto, Hector Manuel prostituyó nuevamente a la pequeña en el prostíbulo tarapotino El Jaguar y luego se dirigieron hasta la localidad de Santiago de Borja en el distrito del Pongo de Caynarachi, en donde, tal como había sucedido con ella, buscaron a una pequeña para que con engaños la puedan también utilizar como prostituta.

Ya era el mes de agosto de 2009 cuando encontraron a Roxana (otro nombre falso). Otra vez el mismo libreto, del cuidado del niño en Trujillo.

Así es que trasladaron a Roxana a Moyobamba. Una noche el monstruo quiso tener relaciones sexuales con ella. Para convencerla golpeó violentamente a Maribel hasta convencerla que podía matarla si es que no accedía a ser violada.

Roxana también tuvo un hijo que murió en la carretera, cuando se dirigían a Lima; que tuvo que ser enterrado sin cortejo fúnebre, ni flores, ni siquiera con un cajón, sino como un animal por el temor del criminal de verse descubierto.
Fue en uno de sus viajes en los que Maribel logró recuperar su libertad. Escapó de las manos de su captor en Bagua Grande e inmediatamente llamó a sus padres. Se llevó consigo a Roxana, quien ya había tenido un segundo pequeño.

El infierno duró 2 años y medio y es el mismo que viven miles de menores esclavas sexuales en nuestro país. Pero en esta ocasión el monstruo fue capturado y sentenciado a cadena perpetua.

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